El pasado noviembre, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) tuvo conocimiento, a través de la Policía Local de Rafelbunyol, de la aparición de restos de animales sacrificados ilegalmente en una zanja que había sido realizada para la reparación de una tubería de aguas residuales de esta localidad valenciana.
En esta zanja, los agentes comprobaron que había una gran cantidad de tripas y restos de órganos internos, aparentemente de animales de raza ovina, informa el instituto armado.
Tras las indagaciones se averiguó el origen de los restos de los animales y se localizó el lugar donde eran sacrificados ilegalmente. También se verificó la utilización de un sello de registro sanitario que no se correspondía con el lugar de sacrificio, puesto que no se trataba de un matadero ni sala de despiece autorizada.
Los investigadores, después de numerosas gestiones, tuvieron constancia de que el sello utilizado en las canales (carne preparada para el consumo, sin tripas ni piel) se correspondía con el de un matadero de la provincia de Castellón.
El presunto autor, de 63 años y nacionalidad española, fue investigado por un delito de falsedad documental. La Benemérita procedió a la aprehensión de 22 canales de ovino ilegalmente sacrificadas y enviadas para su destrucción, tras lo que las diligencias han pasado a la Fiscalía de Medio Ambiente.
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