En caso de ser necesario, el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento; la Policía Local, el Área de Servicios Generales y Medio Ambiente; y el Área de Servicios Sociales actúan de forma coordinada y transversal, ha informado el Consistorio oscense en una nota de prensa.
La concejala de Seguridad Ciudadana, Ana Loriente, ha explicado que se está «vigilante» ante la posible aparición de placas de hielo y, en consecuencia, «se empezará a esparcir sal en espacios de riesgo como calzadas, zonas sombrías y calles de mayor pendiente o en zonas como, por ejemplo, las entradas a colegios, centros de salud, hospitales o residencias; o los accesos a polígonos industriales».
Además, se cuenta con contenedores de sal repartidos por una veintena de puntos de la ciudad. Desde el Ayuntamiento de Huesca han recordado que, tal y como recoge la Ordenanza Municipal de Limpieza Urbana, las comunidades de vecinos y la persona o personas que tengan a su cargo la limpieza de edificios públicos y edificios de toda clase están obligados a limpiar de hielo la parte de acera frente a su fachada. En ningún caso, hay que utilizar agua para evitar que se formen nuevas placas de hielo.
Recomendaciones
El Ayuntamiento de Huesca ha precisado que durante las olas de frío, si se pasa mucho tiempo en el exterior, es recomendable llevar varias prendas ligeras y cálidas superpuestas, antes que una sola prenda de tejido grueso. Además, las manoplas proporcionan más calor que los guantes y hay que evitar la entrada de aire extremadamente frío en los pulmones.
No es conveniente que las personas de avanzada edad salgan a la calle, si no es necesario. Asimismo, hay que tener presente que el frío ejerce sobre el corazón una tensión extra. Por lo tanto, si se realizan ejercicios físicos excesivos, se corre el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o de dañar en exceso su organismo.
Se ha de tener cuidado con las estufas de carbón, eléctricas y de gas y tomar las precauciones necesarias para evitar el envenenamiento producido por braseros de picón o estufas de leña, carbón o gas en lugares cerrados sin renovación de aire.
También hay que evitar viajar siempre que no sea necesario y conducir de noche. En caso de hacerlo, se ha de llevar el depósito de gasolina lleno, reponer el líquido anticongelante y revisar frenos, neumáticos y sistemas de alumbrado. Si se entra en una zona de hielo, no se debe pisar el freno, sino que hay que dejar que el vehículo cruce la zona por su propia inercia.
Si el temporal le sorprende dentro del coche y lejos de un núcleo poblado, se debe permanecer dentro de él. El coche resguardará en caso de ventisca y los neumáticos actúan como aislante si hay rayos. Si se mantiene el coche en marcha con la calefacción puesta, hay que dejar una ventanilla entreabierta para renovar el aire u evitar posibles intoxicaciones o envenenamientos.
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