El Ayuntamiento de Barcelona da luz verde a la prohibición de cocinas y supermercados fantasma

Tras superar el primer trámite en la comisión de Urbanismo de este enero, la propuesta se ha aprobado con los votos de BComú, PSC y ERC; y los votos en contra de Junts, Cs, PP, Valents y la concejal no adscrita, Marilén Barceló.

El plan contempla la prohibición de los supermercados fantasma y que los 21 que actualmente están operando en la ciudad escojan entre seguir funcionando como almacenes alimentarios sin reparto a domicilio o como supermercados abiertos al público.

En cuanto a las cocinas fantasma, se prohibirán en las zonas residenciales y solo se admitirán en el polígono industrial de la Zona Franca, siempre y cuando haya un máximo de un establecimiento en un radio de 400 metros.

Además, la propuesta regula el reparto a domicilio para los bares y restaurantes, que tendrán que pedir un permiso específico para llevar a cabo esta actividad complementaria y tendrán que solicitarlo durante los dos años siguientes a la entrada en vigor del plan.

Desde ERC (quien impulsó la propuesta), el portavoz del grupo municipal, Jordi Coronas, ha defendido la medida porque consideran que es necesaria para proteger la restauración, el comercio de proximidad, sus trabajadores y el espacio público.

"prohibir y no regular"

La concejal de Junts Francina Vila ha acusado al Gobierno muncipal de «prohibirlo todo» y ha tildado la medida de restrictiva; la misma consideración que ha hecho el concejal del PP Óscar Ramírez --que cree que la iniciativa no se ajusta a la realidad--, y el líder de Cs en el consistorio, Paco Sierra.

«Están prohibiendo, no están regulando», ha criticado Sierra, mientras que el concejal de Valents Óscar Benítez y la concejal no adscrita Marilén Barceló han reprochado al Gobierno municipal regular sin el consenso de todas las partes afectadas.