En un comunicado conjunto, las centrales sindicales han señalado que hace unas semanas el Lehendakari, Iñigo Urkullu, reconoció «problemas y dificultades» en Osakidetza, y afirmó el sistema sanitario público «será una de las prioridades de su Gobierno».
No obstante, los sindicatos han apuntado que, «a pesar de la apariencia de estas palabras, apenas un mes después y en un intento de ocultar una realidad que es más que evidente a los ojos de la ciudadanía, el Lehendakari ha afirmado que Osakidetza ni se desmantela ni se privatiza, al tiempo que la consejera Sagardui, también ha negado recortes y privatizaciones».
«La única realidad es que la precariedad laboral sigue siendo unos de los grandes problemas de nuestra sanidad pública: una tasa de temporalidad que supera el 50%, una pérdida de poder adquisitivo superior al 20% en una década, sobrecarga sistemática de trabajo, escasez de plantilla, falta de sustituciones y de cobertura de vacantes, recortes en condiciones laborales como el recorte radical e injustificado que se quiere aplicar en el Desarrollo Profesional, etc», ha subrayado.
Asimismo, han criticado que, «paralelamente, se mantienen recortes como los aplicados en los PAC de Deusto, Zumarraga o San Martín, o en las urgencias del Hospital Santiago, así como el proyecto de cierre de cirugía cardíaca de Basurto».
También han explicado que «los recortes en Atención Primaria son ya una constante en los periodos vacacionales». «Estamos ante problemas estructurales que afectan a todas las categorías de Osakidetza y a los tres territorios», han añadido.
SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO Y UGT han puesto el foco en la situación «especialmente precaria» de la Atención Primaria y ha recordado que este colectivo ya salió a la huelga en el año 2019 para denunciar «la situación límite que padecían entonces» y que, hasta el momento, «no ha hecho más que empeorar».
«Es evidente, además, que en la medida que Osakidetza es una red, tal y como repite la consejera de manera reiterada, esa situación de la Atención Primaria afecta directamente a otros niveles asistenciales como las Urgencias Hospitalarias, en las que cada vez existe una sobrecarga mayor», ha indicado.
Entre tanto, ha manifestado que la Mesa Sectorial «sigue totalmente bloqueada». «Osakidetza no tiene capacidad de decisión y el Departamento de Salud no ha atendido ni una sola de las reivindicaciones de la parte social y ni siquiera ha contestado a las propuestas de los sindicatos tras la reunión mantenida el 7 de diciembre».
«Pretende, además, utilizar la Mesa Sectorial para aparentar una negociación que no existe, haciendo caso omiso a las movilizaciones impulsadas antes del verano: manifestaciones multitudinarias, secundadas masivamente tanto por la plantilla como por la ciudadanía, y cuatro jornadas de huelga», ha remarcado.
Las decisiones del departamento de salud
Los sindicatos mantienen que el Departamento de Gotzone Sagardui «sigue tomando decisiones que ahondan en la senda del desmantelamiento de la sanidad pública». «Para el ejercicio 2023, el presupuesto dedicado a Sanidad es 20 millones de euros inferior a la cantidad efectivamente gastada en 2022. Parece que, a ojos del Gobierno Vasco, este año 2023 las necesidades son menores que el año pasado», han censurado.
También han resaltado que «ha eliminado la partida destinada a las necesidades derivadas de la Covid» y, al mismo tiempo, «alega que la precarización del servicio que se ofrece a la ciudadanía es consecuencia directa de la pandemia».
«La asistencia sanitaria que se ofrece a la ciudadanía es cada vez menos accesible y de peor calidad. Las citas en Atención Primaria tienen una importante demora y, en ocasiones, no está garantizada la presencialidad», han lamentado.
También han reprochado que «el cierre o la restricción de horarios de los PAC obliga a los pacientes a hacer mayores desplazamientos, lo que coloca a colectivos vulnerables en una situación cada vez más delicada». Asimismo, han asegurado que la espera media en las Urgencias Hospitalarias es de cinco horas y de hasta dos días para ingresar en planta tras ser atendido, mientras que el número de pacientes en espera para una consulta externa se ha multiplicado por seis en seis años.
La centrales sindicales han añadido que la espera de una prueba diagnóstica se ha duplicado desde 2019, y las listas de espera quirúrgicas han aumentado un 36% en tres años. «Osakidetza ha reconocido hasta 11 meses de retraso en los cribados del cáncer de mama y un mes de espera para los pacientes con cáncer que deben ser operados», han enfatizado.
A su juicio, «una de las consecuencias del desmantelamiento de Osakidetza es, sin duda, el aumento de la contratación de seguros privados de salud, que en casos como el de Bizkaia, alcanza ya a uno de cada tres ciudadanos».
Para denunciar esta situación, los sindicatos SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO y UGT han convocado manifestaciones en Bilbao, Vitoria-Gasteiz y Donostia/San Sebastián para el próximo día 25 «en defensa de Osakidetza y contra del desmantelamiento de la sanidad pública». Las marchas partirán a las 12.00 horas desde el Sagrado Corazón bilbaíno, de la Plaza vitoriana de la Virgen Blanca y del Boulevard donostiarra.
«Hacemos un llamamiento a la plantilla, a la ciudadanía y a los movimientos sociales y ciudadanos a movilizarse para defender la sanidad de todos», han emplazado.
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