La Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía ya tiene un primer borrador del Decreto de ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales en el que recoge novedades como la posibilidad de ofrecer los conocidos como títulos abiertos, grados y másteres con mención dual y en el que se apuesta por evitar las «duplicidades» de títulos entre las universidades públicas andaluzas, por lo que éstas deberán «demostrar, siquiera estimativamente, que la enseñanza propuesta tendrá un número de estudiantes de nuevo ingreso en torno a 60» en el caso de los grados. Para los másteres, el número de estudiantes de nuevo ingreso será de «en torno a 30, sin que, en ningún caso, pueda tener un número inferior a 20».
Son algunas de las cuestiones que se recogen en el borrador, en exposición pública ya para la presentación de alegaciones y consultado por Europa Press.
El documento ha sido bien acogido por el sistema universitario andaluz, que presentará «alegaciones técnicas» para «ajustar» cuestiones como el número de plazas mínimas de nuevo ingreso o las relacionadas con el doctorado, sobre el que el Gobierno de España ha anunciado un nuevo Real Decreto, entre otras, explican fuentes universitarias consultadas por Europa Press.
Éstas ponen el acento en que este Decreto da un salto del mapa de titulaciones actualmente vigente, «complejísimo» y demasiado «inflexible» para la creación de nuevos títulos, a una «programación a cuatro años». Una vez el Decreto de ordenación sea aprobado, las universidades tendrá que plantear su programación de títulos --en la que puede haber nueva oferta, reordenación de la actual e incluso supresiones-- que serán evaluadas y aprobadas en el Consejo Andaluz de Universidades (CAU).
Aunque se fijan un número aproximado de plazas de nuevo ingreso («en torno» a 60 en los grados y de 30 en los másteres), en el caso de los grados, el borrador especifica que «quedarían exentas aquellas titulaciones que, debidamente fundamentadas por la Universidad, acrediten la viabilidad de la enseñanza independientemente del número de estudiantes; o bien que presenten un claro interés estratégico para la Universidad en relación con el entorno profesional relevante para la titulación».
Para evitar esas «duplicidades» y con el objetivo del «equilibrio territorial», la propuesta de la Junta apunta a «una valoración de la zona de influencia del título con respecto al mapa de titulaciones existe». Con esa valoración, «los títulos a tener en cuenta para el diseño de la programación universitaria no podrán coincidir con objetivos y contenidos de otros títulos oficiales existentes en la misma Universidad».
Sobre este particular, abunda el borrador, «se deberá tener en cuenta la existencia de una demanda real, tanto por parte de la sociedad andaluza como del estudiantado potencial, lo cual deberá fundamentarse adecuadamente en estudios y referentes externos». En cualquier caso, subraya, «las propuestas de nuevas enseñanzas a incluir en la programación universitaria que repitan la oferta existente serán objeto de análisis y aprobación separada y condicionada a cuestiones de demanda social, así como a otros criterios objetivos que establezca la Consejería competente».
La intención de la Junta es «buscar la armonización y el equilibrio territorial de la oferta de títulos del sistema universitario andaluz en términos de complementariedad sin que se produzcan repeticiones no justificadas en base a la demanda social de titulaciones, ni carencias significativas en la oferta».
Requisitos para suprimir enseñanzas
Para la supresión de enseñanzas, deberán concurrir algunos de los diez supuestos especificados, siendo uno de ellos que se eliminará la oferta «cuando durante los cuatro años anteriores a su comprobación, el estudiantado de nuevo ingreso no supere el 15% de las plazas ofertadas en el plan de estudios, según la memoria verificada del mismo, salvo que se aporte nuevo estudio de viabilidad académica del título vigente y una propuesta de modificación sustancial, que podrá prever su sustitución por un título conjunto».
Asimismo, «se valorará positivamente» que las titulaciones tengan «un marcado componente de internacionalización». Para ello, se prestará especial atención a los títulos en los que «al menos, un 50% de los créditos» que se tengan que cursar sean «impartidos» en una segunda lengua, ya que esto «forma al alumnado en la competencia lingüística y lo prepara para un mundo laboral donde es primordial el conocimiento de uno o más idiomas extranjeros». En esta misma línea, para la implantación de nuevas titulaciones «se tendrá en cuenta el porcentaje de profesorado que imparta docencia en otro idioma, debiendo acreditar conocimiento de éste, preferentemente, con un nivel C1» y un nivel «inferior» al B2.
El borrador de Decreto de la Junta desarrolla lo que plantea el Real Decreto del Gobierno central 822/2021, de forma que las universidades andaluzas podrán ofertar títulos de grado con itinerario abierto o con mención dual.
En relación a lo primero, esto permite que un alumno de nuevo ingreso con dudas sobre qué titulación estudiar pueda matricularse en alguna de las de su rama con la posibilidad de saltar a otra. En cuanto a los grados con mención dual, éstos son una «réplica con matices» de la oferta Dual de los grados superiores de la Formación Profesional (FP). En ellos, un porcentaje de estudiantes de último curso podrán estudiar a la vez que trabajan con un contrato en una empresa. Para ello, la Universidad que quiera ofertar estos grados con mención dual tendrá antes que tener firmados convenios con las empresas que sostengan esta novedosa oferta. Asimismo, la Junta apuesta por los grados y másteres conjuntos con «una o más universidades andaluzas, españolas o extranjeras».
Finalmente, la Universidad deberá acreditar en la programación que presente que dispone de personal docente e investigador para cubrir, «al menos, el 85% de la oferta de créditos del título». Para el caso de los títulos con mención dual, conjuntos o internacionales, «el mínimo de personal disponible deberá ser de un 75%». «Si se necesitase profesorado nuevo, se deberá incluir el compromiso de contratación en el margen que las disposiciones legales y las condiciones presupuestarias de la Universidad lo permitan». No solo se tendrá que acreditar personal, sino que la Universidad deberá «aportar una memoria económica que contendrá los datos relativos a las infraestructuras materiales y los recursos docentes y de administraciones, así como las fuentes de financiación».
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