Las investigaciones se iniciaron en el mes de enero, cuando la Guardia Civil detectó un incremento en el número de robos en viviendas en Rojales y Formentera del Segura, en los cuales el modus operandi era muy similar, según ha indicado el Instituto Armado en un comunicado.
El ahora arrestado supuestamente escalaba las fachadas de las viviendas, para posteriormente fracturar puertas o ventanas. La mitad de los supuestos robos se produjo con moradores en su interior. Antes de que se generase una alarma social entre los vecinos, la Guardia Civil de Alicante intensificó la vigilancia y los dispositivos operativos en la comarca de la Vega Baja del Segura, con la colaboración de las Policías Locales afectadas.
De forma paralela, el Área de Investigación del Puesto Principal de la Guardia Civil de Almoradí inició una operación, de la que dedujeron que detrás de estos robos podría encontrarse una persona conocida por sus antecedentes policiales, con habilidades para escalar y forzar puertas y ventanas para así acceder a las viviendas.
Para no levantar sospechas entre los vecinos de las viviendas seleccionadas, el delincuente presuntamente accedía de madrugada. De esta forma, podía sustraer cualquier tipo de objeto. Así, pequeños efectos como material tecnológico, dinero o incluso ropa supuestamente eran sustraídos para su posterior venta en el mercado negro. El sospechoso realizaba las ventas de forma inmediata, obteniendo un beneficio económico que gastaba en «un breve espacio de tiempo».
Mientras la operación avanzaba, el sospechoso supuestamente continuaba con su actividad criminal, puesto que se producían nuevos robos. El hombre presuntamente llegó a acceder a las viviendas a plena luz del día, lo que facilitó que fuese reconocido visualmente.
Detenido tras cometer un robo
Una vez que los agentes analizaron toda la documentación obtenida y acreditaron la participación del sospechoso en 22 delitos de robo con fuerza en el interior de viviendas, comprobaron que el delincuente no tenía ningún domicilio conocido. Además, estaba siendo buscado por otro hecho delictivo ajeno a los investigados por uno de los juzgados del Partido Judicial de Orihuela.
El 11 de febrero, el sospechoso fue detenido cuando presuntamente acababa de cometer un nuevo robo con fuerza en el interior de una vivienda en la localidad de Almoradí. En el momento de la detención, le fueron intervenidos 1.200 euros que supuestamente portaba de su último golpe.
El detenido, un varón de 32 años de edad y con más de medio centenar de antecedentes policiales, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Orihuela por la comisión de 23 delitos de robo con fuerza en el interior de viviendas. Han decretado su ingreso en prisión.
Los agentes continúan con las investigaciones y no descartan que el detenido pueda estar involucrado en otros robos en la comarca de la Vega Baja del Segura.
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