El padre de Paco Molina, el joven que fue visto por última vez en julio de 2015 en Córdoba capital cuando tenía 16 años, aborda este miércoles el caso con la sección de Desaparecidos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional en Madrid, a la vez que prevé acudir a un encuentro en el Centro Nacional de Desaparecidos (Cndes) con policías, guardias civiles y personal del Ministerio del Interior.
Según ha manifestado a Europa Press Isidro Molina, «parece ser que hay algunas líneas de investigación que llevan algún tiempo y siguen investigando, que no se han agotado», de manera que va este miércoles a la reunión para «ratificar que eso es así, que se siguen con las líneas de investigación y que no está aparcado el caso».
Al respecto, ha recordado que «hay una línea que se abrió hace dos años de un entorno de personas mayores que podían saber algo sobre la desaparición», aunque «no ha dado sus frutos», ha apuntado el progenitor, quien espera que haya resultados y «pronto se sepa algo de Paco». También, ha comentado que «en este tiempo han surgido otras líneas de investigación que han llegado al final y no han llevado a ningún sitio y se han cerrado».
Desde la familia activaron hace unos años el correo electrónico 'buscandoapacomolina@gmail.com' para que ciudadanos que se realizaran fotos en torno a los días de la desaparición de Paco en el centro de la capital cordobesa o en la Estación de Autobús de Córdoba, donde se le vio coger un autobús, o en Madrid, hacia donde se dirigía dicho vehículo, las envíen al correo, al tiempo que ven «interesantes» fotos del área de servicio del municipio cordobés de Pedro Abad, por ser lugar de parada del autobús.
Ante ello, ha explicado que han recibido algunas fotografías de Madrid, «pero no se ve a Paco», al tiempo que mantienen habilitado el código postal anónimo 3011 de Córdoba, en el que «se puede hacer llegar cualquier tipo de información que se pueda tener». De hecho, «ha llegado algo, lo miraron, analizaron e investigaron, pero no llegó a dar sus frutos», ha lamentado Isidro Molina.
Con motivo del Día de las Personas Desaparecidas sin causa aparente, que se celebra el 9 de marzo, los padres de Paco van a Madrid los días 2 y 3 de marzo al Congreso de los Diputados y a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), «donde están invitados todos los alcaldes de España», a la vez que están pendientes de hacer en marzo un acto institucional en el Parlamento de Andalucía.
Mantienen "la esperanza"
Entretanto, la familia mantiene «la esperanza» en que puedan encontrar a Paco y que «donde quiera que esté, se encuentre bien y a salvo», todo ello después de haber impulsado en estos casi ocho años distintas iniciativas para dar con su paradero.
Desde la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional apuntaron hace unos años a la investigación sobre «personas que rodeaban a Paco, bastante más mayores que él», que podrían «tener algún dato que a lo mejor no han querido dar por miedo o porque les implica directamente en algún hecho que no es del todo lícito».
En concreto, Francisco Molina Sánchez se encuentra en paradero desconocido desde el 2 de julio del año 2015, cuando quedó con unos amigos en la capital cordobesa.
Desde el principio del caso, sus padres han puesto en duda que su hijo se marchara voluntariamente, dado que «no se llevó el dinero que tenía en casa, ni tampoco ropa», por lo que no entienden cómo, según testigos, el menor tomó un autobús hacia Madrid, donde se le perdió la pista.
Durante este tiempo han recibido muchas llamadas aportando falsas pistas, algunas de las cuales han sido investigadas por la Policía. Una de ellas «era de Colombia y pedían dinero, diciendo que si no matarían a mi hijo», según relató el padre, quien agregó que la Policía descubrió de dónde venía y que era una pista falsa.
Asimismo, un hombre con antecedentes acusado de un delito contra la integridad moral, después de que supuestamente ofreciera a los padres pistas falsas sobre su paradero, aceptó en sede judicial en noviembre de 2017 una pena de seis meses de prisión y multa de unos 700 euros, tras reconocer los hechos y pedir «disculpas» por lo que hizo.
Mientras, Isidro Molina explicó que «la Policía ha buscado a Paco en diez países, entre ellos Irak y Siria, pero también en Italia», entre otros. Los padres del joven están viviendo esta búsqueda «incesante con la esperanza de volver a verlo algún día».
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