La actuación policial comenzó sobre las 18.45 horas del pasado lunes 20 de febrero cuando agentes de la Policía Nacional que patrullaban por la zona percibieron un fuerte olor a hachís que provenía de un local situado en calle Francisco Rueda Pérez, de la capital.
Por eso, accedieron a su interior donde sorprendieron a los dos individuos supuestamente fumando hachís, además de comprobar cómo en una habitación había numerosos reptiles en lo que parecía ser un criadero, han informado desde ambos cuerpos policiales.
Entonces, los agentes solicitaron la presencia de efectivos del Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona) de la Policía Local de Málaga, que una vez personados continuaron de forma conjunta con la inspección del local, en la que comprobaron que el criadero se encontraba en una habitación de unos tres metros cuadrados.
En total había, según han indicado a través de un comunicado, 20 ejemplares de dragón barbudo --Pogona vitticeps-- de diferentes sexos, fases, tamaños y edades, distribuidos en 18 cajas de plástico.
Los lagartos estaban siendo alimentados con insectos vivos, utilizando mantas eléctricas de 20 vatios situadas bajo las cajas y unas bombillas de 50 vatios, buscando con ello mantenerlos a una temperatura adecuada, «todo ello con una instalación precaria, tanto por seguridad como por estabilidad, lo que provocaba un claro riesgo para los animales e incluso podía dar lugar a la fuga de los mismos».
Según ambos cuerpos policiales, preguntados los dos hombres, «no pudieron aportar ningún tipo de documentación que acreditase la adquisición de los ejemplares», por los que las infracciones observadas fueron denunciadas mediante sendos oficios a las Consejerías de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa y de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía.
Asimismo, los agentes localizaron en un cubo de plástico que ocultaban en la misma habitación tres trozos de sustancia vegetal prensada, al parecer hachís, con un peso total aproximado de 115 gramos, 18 gramos de cogollos de la misma sustancia, una báscula de precisión, un cuchillo de cocina y 80 euros distribuidos en distintos billetes.
A la vista de los efectos y sustancia intervenida, hallándose la misma en plena disposición de ser preparada para su venta, los policías procedieron a la detención de los dos individuos por un presunto delito contra la salud pública, siendo trasladados a dependencias policiales, para, posteriormente, ser puestos a disposición judicial.
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