«Bajar los controles y la reacción sancionadora del Estado en relación a la corrupción, ni un milímetro, porque esa es una clave absolutamente importante para que los ciudadanos confíen en las instituciones y en la política», ha afirmado tajante la diputada socialista en declaraciones a los periodistas antes de participar en un acto con militantes de Jerez de la Frontera (Cádiz).
Ha manifestado que esta reforma «no beneficia a nadie que esté sentenciado a nadie que esté inmerso en un proceso de rendirle cuenta a la justicia en nuestro país por la corrupción en la política» y que la decisión de su aplicación para rebajar penas por este delito no depende de la decisión política del Gobierno y del Parlamento que ha aprobado «legítima y democráticamente la reforma», sino «de la interpretación que hagan ahora los tribunales».
Calvo ha defendido que quienes sirven al país «y a nuestra ideología» a través de las instituciones, lo hacen «de manera honesta» y la reforma planteada por el Gobierno de España «persigue de manera contundente a todos aquellos que defrauden la confianza de los ciudadanos con cualquiera de sus fórmulas, también incluidos los recursos públicos». Por eso, ha pedido tranquilidad a la ciudadanía, asegurando que «ahora» estarán pendientes de las interpretaciones a la ley que se produzcan en los tribunales.
La responsable política ha aseverado que con los cambios en el delito de sedición y malversación, «mantenemos intactas todas las estructuras de respuesta del Estado para cuando se produzca, ojalá que nunca, un intento de romper la unidad del territorio español», y ha pedido «no confundir a la gente» sobre este asunto.
«Tenemos una administración de justicia de la que los socialistas, nos beneficie o no su pronunciamiento, jamás hacemos comentarios críticos porque forma parte de un gran partido, como el mío, que entiende muy bien como es el Estado de derecho», ha finalizado.
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