Con esta distinción el Gobierno madrileño busca reconocer «el sacrificio de las personas fallecidas como consecuencia de una acción terrorista empadronadas» en la región en el momento del acto terrorista o durante un tiempo equivalente «a las dos terceras partes de su vida hasta el momento de perpetrarse».
Durante el acto, celebrado en la Real Casa de Correos, Ayuso ha remarcado que «cualquier ser humano decente está moralmente obligado a reconocer a las víctimas del terrorismo» porque a ellas se les debe «haber dado la vida, la salud o la libertad» para que «el mal no triunfe porque el terrorismo es el mal».
«Hoy la Comunidad de Madrid lo hace con la entrega de estas distinciones. Lo hacemos para dar cumplimiento a ese mandato y por que nos sale del corazón a todos los madrileños. Aquí en Madrid y en toda España hemos sufrido los crímenes terroristas pero ninguna región más castigada que el País Vasco, que, además, sufrió una alteraciones permanente del censo electoral al haber eliminado o expulsado ETA y sus cómplices a decenas de miles de vascos y sus familiares», ha señalado.
Así, ha puesto el foco en que «no pocos de ellos» vinieron a instalarse en la Comunidad «convirtiéndose al momento en madrileños de Vizcaya, de Gipuzkoa o de Álava». Para la presidenta, «aunque ojalá lo hubieran sido por libre elección y no por obligación» le enorgullece pensar que Madrid «significó para ellos la oportunidad de vivir en paz y en libertad».
No olvidan "su dolor ni su sacrificio"
En este sentido, la jefa del Ejecutivo madrileño ha señalado que Madrid es «un modelo de libertad, de vida en común, frente a las divisiones sectarias» y lo fue en el peor atentado de su historia. «Los atentados del 11 de marzo nos desgarraron en lo más hondo pero también nos dejaron imágenes que hoy aún recordamos, la de los madrileños superando el dolor y el sufrimiento para atender a las víctimas, para echar una mano en lo que se pudiera, hombro con hombro», ha trasladado.
Para Ayuso, en momentos como los actuales «en los que la deformación de la Historia amenaza a la verdad» estas Gran Cruces y el testimonio de las víctimas «son un muro contra la desmemoria y la mezquindad». La presidenta regional ha sostenido que no se ha olvidado ni su «dolor» ni su «sacrificio».
Considera que las víctimas son «el corazón moral, el impulso permanente a seguir» frente a los que pretenden «perturbar la sociedad», «subvertir» el modo de vida y «acabar» la libertad. «España es un mejor país gracias a vosotros, al ejemplo de todas las víctimas del terrorismo que sin rencor, ni odio ni venganzas» dan testimonio permanente «del zarpazo de la violencia», ha indicado.
Defiende "el valor de las palabras justas"
Ayuso ha defendido el valor «de las palabras justas», de aquellas que «realmente señalan la realidad». En este punto, ha hecho un llamamiento a todos los que están en la vida pública a «recuperar el valor esencial de las palabras para señalar el mal frente al bien» y para que «las nuevas generaciones no olviden» que la libertad que se disfruta costó «sangre y sufrimiento». «Lo primero para devolver a la palabra su valor hay que acompañarla de acciones que la hagan efectiva», ha apuntado.
La presidenta autonómica ha hecho hincapié en que «Madrid no olvida» a las 412 víctimas mortales del terrorismo que fueron asesinadas, ni tampoco que son la segunda región española con mayor número de asesinatos terroristas, ni a todos los policías nacionales y locales, a los guardias civiles, sanitarios, jueces, fiscales y periodistas que «lucharon hasta la extenuación para acabar con la lacra del terrorismo».
«La clave del terrorismo es eso, el terror, el miedo. En el momento en el que nos hace cambiar nuestra forma de vida ya está ejerciendo el terror. No necesitan matar si tienen a toda la sociedad sufriendo o, como está ocurriendo en el País Vasco, si los herederos de los terroristas y los terroristas mismos viven de los réditos del miedo sembrado durante décadas e incluso reciben homenajes», ha remarcado.
Al tiempo, ha reclamado que los «terroristas son crímenes políticos y no, como dicen quienes los blanquean, por pretender un fin determinado llámese independencia o lo que sea», porque «esos fines los podrían reclamar en las urnas».
"acabar con las excusas", exige lópez
Por su parte, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, ha considerado que impulsar estos reconocimientos es «un deber inexcusable y moral» que responde «al compromiso y la solidaridad» que sienten respecto a las víctimas.
«Este no es un evento cualquiera», ha sostenido, a tiempo que ha asegurado que la obligación del Gobierno regional es «apoyar y dignificar» a las víctimas pero también «escucharlas con mucha atención» porque saben que el daño« que les han infringido es »doloroso".
López ha defendido que la Comunidad siente la obligación «de ponerse enfrente no solo de los terroristas y de quienes les apoyan sino también de todos aquellos que enfocan estos asuntos con tibieza o las peores concesiones». En este sentido, ha subrayado que la responsabilidad de las administraciones públicas es «además de derrotar al terrorismo es acabar con las excusas y deslegitimar su trayectoria criminal».
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