Los investigadores de la UAB Tània Alaix y Jesús Alturo, autores del libro 'Lletres que parlen' | Europa Press

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Un estudio de los investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) Jesús Alturo y Tània Alaix sitúa la copia de la compilación de leyes 'Liber iudicum' (Llibre dels jutges) que se halla en los archivos del Obispado de Urgell, en La Seu d'Urgell (Lleida), como el texto íntegramente en catalán más antiguo conservado, y data como segundo documento con mayor antigüedad a las 'Homilies d'Organyà'.

En rueda de prensa este lunes en la Biblioteca de Catalunya, el catedrático del Departamento de Ciencias de la Antigüedad y la Edad Media y la investigadora del Seminario de Paleografía, Codicología y Diplomática también han avanzado el momento de la formación de la lengua catalana en el siglo IV, con ejemplos extraídos de las obras del obispo Sant Pacià, en una investigación recogida en el libro 'Lletres que parlen' (La Magrana).

En su estudio, en el que Alturo ha señalado que han consultado fuentes primarias, han apuntado una nueva datación del 'Llibre dels jutges' de La Seu, y han apuntado que el documento se copió entre 1060 y 1080, casi un siglo antes de lo que se proponía hasta ahora, lo que lo convierte en el testimonio más antiguo que se conserva escrito íntegramente en catalán.

Los investigadores apuntan que la copia se hizo en Santa Maria de Organyà (Lleida), con la «mano probable» del presbítero Traver Radolf, que entre 1066 y 1084 dejó escritos diversos documentos en buen latín y habría hecho una copia del 'Llibre dels jutges' para uso del juez Albertí d'Organyà, según ha explicado Alaix.

Han asegurado que las partes quemadas que han hallado en el pergaminio serían consecuencia del indicio que en 1090 dañó Santa Maria, y se habría reaprovechado a inicios del siglo XVI como cubierta de algún legajo de documentos o de libro parroquial de Conques.

'homilies d'organyà'

Los investigadores han sostenido que las 'Homilies d'Organyà', conservadas en la Biblioteca de Catalunya, se copiaron alrededor de 1220, por lo que sería el segundo texto más antiguo en catalán conservado, y que la copia del 'Llibre dels jutges' que se conserva en la Biblioteca de Montserrat sería entre 1220-1230 o un poco posterior.

Alturo y Alaix han asegurado que tanto el fragmento del 'Llibre dels jutges' de La Seu como de Montserrat se habrían copiado a partir de una sola traducción, y no de dos como se había considerado hasta ahora, y que esta traducción del latín al catalán la habrían hecho diversos juristas en colaboración, bajo la dirección del juez barcelonés Ponç Bonfill Marc.

Protocatalán

En su estudio, los investigadores han avanzado el momento de formación de la lengua catalana al siglo IV «si no antes», entre tres o cuatro siglos antes de lo que se consideraba, y han identificado en textos del obispo Pacià palabras y expresiones como 'si te placet' (si et plau, si te place en castellano), 'subinde' (sovint, a menudo en castellano), que se alejan del latín y son más cercanas a un protocatalán.

Alturo ha dicho que en el siglo IV la cultura era oral y, para explicar la falta de continuidad de textos con expresiones de protocatalán, ha señalado que «no había necesidad de escribir» porque la sociedad era analfabeta y ágrafa.

Los investigadores han rechazado que el catalán escrito emergiese por ignorancia de los escribanos ni por incapacidad del latín para expresas nuevos conceptos de la época feudal, sino que fue «la fuerza del pueblo iletrado» la que rompió la rutina académica de escribir solo en latín.

Los investigadores de la UAB también han elaborado en su estudio una lista de una treintena de escritores del catalán preliterario, como el canónigo Adanagell de Vic, que hizo servir por primera vez la palabral 'estel' (estrella) en género masculino en 889; Guidenell, primera mujer en escribir una frase en un documento original conservado en Catalunya, en 1020, y el diácono Egfred de Barcelona, al que ha identificado como autor de frases cortas en catalán en 1022, entre otros.