Este documento, que ha sido presentado por el consejero de Cultura, Bingen Zupiria, tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, establece el marco de las políticas públicas en materia de cultura para los próximos seis años en Euskadi.
El plan incluye entre sus objetivos «establecer las bases del proyecto Guggenheim Urdaibai». Zupiria ha explicado que aunque la fecha en la que este proyecto podría ser una realidad aún se desconoce, todas las instituciones y agentes competentes mantienen su «compromiso» con el desarrollo integral de la comarca vizcaína, por lo que ha afirmado que no se podía diseñar un plan estratégico de cultura «sin tener en cuenta» un proyecto de esta envergadura.
Memorial elcano
Zupiria también se ha referido a otros proyectos culturales como el Memorial de Elcano, cuyas obras, según ha dicho, «deberían estar finalizadas en 2024». Ese mismo año se pondrá en marcha otra de las novedades previstas en este plan estratégico: una nueva beca para escritores que permitirá a estos liberarse durante un año de otras tareas profesionales para centrarse en su actividad literaria.
El consejero también ha subrayado la importancia estratégica del compromiso asumido por las diputaciones para diseñar un tratamiento fiscal específico para los creadores culturales, si bien ha explicado que esta reforma no se podrá llevar a cabo en lo que queda de legislatura foral.
En este sentido, ha reiterado la necesidad de adaptar el modelo tributario a las especificidades de las profesiones culturales y artísticas, así como de dotar de «garantías básicas» a estos trabajadores en el desarrollo de su actividad profesional.
Si bien las acciones concretas y la planificación económica que se establecen en el Plan comprometen exclusivamente al Gobierno Vasco, el documento ha sido compartido y aprobado en Hakoba Kultura, ya que pretende ser una hoja de ruta compartida de las políticas culturales de toda Euskadi en el periodo 2022-2028, es decir, el marco de referencia para todas las instituciones públicas.
Por ello, la vigencia del plan se extenderá a la nueva legislatura de las Diputaciones Forales y de los Ayuntamientos y a toda la próxima legislatura del Gobierno Vasco.
Este proyecto también ha sido compartido y presentado en el Consejo Vasco de la Cultura, en el que se han realizado y recogido las correspondientes aportaciones. El plan responde, además, a las demandas y preocupaciones transmitidas por los agentes del sector.
Centralidad de la cultura
Este documento parte de la voluntad de situar la cultura en el centro de la sociedad y del objetivo de darle una mayor centralidad en las políticas públicas de las instituciones.
Asimismo, este Plan destaca la importante dimensión económica de la cultura (16.886 empresas en Industrias Culturales y Creativas en la CAPV en 2020 y 31.500 puestos de trabajo), y propone el reconocimiento de su carácter profesional y el tratamiento de la cultura como un sector económico propio.
En el proyecto se apuesta por mantener el equilibrio de un modelo mixto, manteniendo la complementariedad entre lo público y lo privado. En este sentido, se alude al «compromiso» de empresas o fundaciones privadas y al apoyo institucional, recordando que en 2020, en el conjunto de Euskadi se destinaron 381.324.187 millones de euros a cultura (21,7% Gobierno Vasco, 20,9% Diputaciones Forales y 57,4% ayuntamientos).
A su vez, se asume la necesidad de reforzar profesionales y empresas culturales como sector económico propio, teniendo en cuenta su vulnerabilidad que se puso de manifiesto de manera especial durante Covid-19. También se recoge el objetivo de garantizar una oferta cultural atractiva para el público, así como la importancia de seguir adaptando la cultura a la digitalización y a los nuevos hábitos de consumo.
Por otra parte, el plan señala que hay que seguir fomentando la cultura popular y la creación cultural 'amateur', y se fija como meta avanzar en la igualdad de mujeres y hombres en el ámbito cultural, así como visibilizar el trabajo de las mujeres creadoras y su patrimonio histórico.
El documento apuesta por conciliar la conservación, reutilización, viabilidad y sostenibilidad del patrimonio cultural, así como por potenciar la cultura como instrumento de internacionalización de Euskadi.
Con ese fin, se plantea la necesidad de mejorar las posibilidades para la creación y a fomentar el talento creativo, «partiendo de la premisa de que una comunidad necesita crear cultura si quiere tener una cultura viva y dinámica, incluso si quiere asegurar su propia pervivencia como comunidad».
Además, se considera que hay que poner la cultura, y en especial la creada por creadores vascos, a disposición de la ciudadanía. Otro de los ejes del plan apunta a la transmisión de la cultura intergeneracional y del patrimonio cultural, con el fin de «proteger, cuidar y socializar lo que un pueblo quiere conservar de su pasado y transmitirlo a las generaciones venideras».
También se asume el compromiso de la revitalización y normalización del euskera y la igualdad de mujeres y hombres. El Gobierno Vasco subraya que «en Euskadi, la cultura no puede entenderse sin la cultura que se crea, se ofrece y se disfruta en euskera», y que, asimismo, «la revitalización del euskera no puede entenderse sin la creación y la oferta cultural en euskera».
El Ejecutivo también ha constatado que «en la cultura, al igual que en la sociedad, ha habido y hay desigualdad y discriminación de las mujeres», por lo que es necesario «acabar con esta situación y avanzar en la igualdad de oportunidades, visibilizar el trabajo de las mujeres creadoras y reconocer el patrimonio cultural que han dejado las mujeres».
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