La Policía ha indicado en una nota que el presunto autor de los hechos tropezó al salir de un portal con la correa del animal y, sin previo aviso, respondió dando fuertes patadas al perro en la zona del vientre y lo remató mediante fuertes pisotones en la zona de la cabeza y cuello.
La detención se produjo el pasado sábado 11 de marzo cuando, sobre las 14,15 horas varios vecinos alertaron a la Policía de que un hombre estaba dando patadas a un perro en la calle. Al llegar a la zona, vieron a la madre e hija de la familia en un evidente estado de ansiedad junto al cuerpo sin vida del perro. El can presentaba evidentes síntomas de haber sufrido una muerte violenta muy reciente.
Los policías nacionales asistieron a la familia y recabaron los testimonios de los numerosos testigos que habían presenciado lo ocurrido y en los que contaban que, minutos antes, la joven paseaba al perro por la calle Bulería esquina con Plaza del Cante Jondo, en una zona en la que existe un parque infantil.
En un momento dado, el presunto autor de los hechos había salido de un portal de la zona, saltando de una vez los tres escalones que separan ese portal de la acera y tropezando levemente con la correa con la que la niña sujetaba al perro, aunque sin llegar a caerse en ningún momento al suelo. El individuo había respondido de forma violenta, propinando fuertes y sorpresivas patadas al perro en la zona del vientre, sin que la menor pudiera reaccionar, y dejando al animal malherido, tendido en el suelo junto a la niña que trató de asistir al animal.
Según los testigos, el varón había continuado la agresión rematando al animal con fuertes pisotones en la cabeza y el cuello, causando en esos momentos la muerte del animal, frente a la joven que estaba en estado de shock. La niña recogió al perro entre sus brazos y se fue a la carrera a su casa, pidiendo ayuda a sus padres, quienes tan sólo pudieron comprobar que el animal no daba señales de vida.
Los agentes iniciaron la búsqueda del autor de los hechos, localizándolo instantes más tarde en una calle cercana. Él mismo admitió ante los agentes que había matado al perro mediante patadas y pisotones, por lo que fue detenido como presunto autor de un delito agravado de maltrato animal.
El detenido, al que le figuraban 17 antecedentes previos, fue ingresado en el área de calabozos hasta que fue oído en declaración por la Autoridad Judicial en Funciones de Guardia, mientras que el cuerpo del animal fallecido fue entregado a la familia.
La Policía ha recordado que este delito está recogido en el artículo 337 del Código Penal que, en el caso de causar la muerte del animal, aplica el tipo agravado con penas de prisión de seis a 18 meses, inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos.
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