El Convenio del BUS-VAO de la A-2 fue firmado en octubre de 2019 por los Ministerios de Transporte e Interior, el Consorcio de Transportes de Madrid y el Ayuntamiento de la capital para financiar, a partes iguales, los 13 millones de euros (IVA incluido) del coste del proyecto. Entre las condiciones pactadas se fijó que la ejecución de la actuación corre por cuenta del departamento dirigido por Raquel Sánchez.
Con la segunda adenda se busca ajustar las anualidades para concentrar el grueso del presupuesto disponible en 2023 y así poder empezar las obras este año. El Ministerio de Transportes licitó en 2022 los dos contratos que materializarán la actuación, el de obras y el de asistencia técnica (control y vigilancia de obras), y, una vez se firme la adenda, podrá proceder a la adjudicación de los mismo y al inicio de las obras.
Características de la actuación
El proyecto consiste en dotar a la autovía A-2 de la infraestructura necesaria para permitir el uso exclusivo del carril izquierdo, en ambos sentidos de circulación en horas punta, para autobuses y vehículos con alta ocupación, mediante una gestión inteligente de la carretera basada en sistemas ITS, ha indicado el Ministerio en un comunicado.
Para ello, no se prevé una separación física entre el carril reservado y el resto de los carriles de la calzada, sino que se proyecta un sistema de información al usuario mediante señalización luminosa variable, apoyada por una señalización fija horizontal y vertical previa, con el objetivo de indicarles el estado y situación del carril reservado y su uso con la máxima cobertura.
A lo largo de la línea de separación de carriles central e izquierdo se
colocarán además balizas luminosas embebidas y enrasadas en el firme,
que indicarán, en color rojo, los tramos en los que no es posible acceder al carril reservado, y, en color verde, los tramos habilitados para ello.
Tres fases
Asimismo, para paliar las posibles perturbaciones en el tráfico producidas por la implantación del carril BUS-VAO, los proyectos incluyen actuaciones puntuales de mejora en la infraestructura existente.
La actuación consta de 3 fases. En la primera, se habilitarán 14,3 kilómetros de carril reservado, entre Torrejón de Ardoz y Avenida de América y se llevarán a cabo actuaciones puntuales de mejora en el nudo de Eisenhower, en el enlace de Rejas y en la salida 5 de la A-2.
En la segunda, tramo M-300 a Torrejón sentido de entrada a Madrid, se
habilitarán 5 kilómetros de carril reservado, entre Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz, con un punto de embarque al comienzo del carril reservado, a la altura del nudo con la M-300.
Finalmente, en el tramo M-300 a Torrejón sentido salida de Madrid, se
desplegarán 9,4 kilómetros de carril reservado entre el punto kilométrico 6+100 y el 14+900. EL acceso se podrá realizar desde Avenida de América y la M-40 y se podrá salir en Coslada/San Fernando de Henares y Torrejón de Ardoz.
Según ha destacado el departamento que dirige Raquel Sánchez, el carril BUS-VAO contribuirá a alcanzar el objetivo de reducción de emisiones que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se ha fijado para 2030 y favorece la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con los que está comprometido.
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