El tiroteo supuestamente respondió a un ajuste de cuentas entre dos grupos criminales franceses rivales: los presuntos autores localizaron a la víctima mientras estaba de vacaciones en el municipio catalán, al que se desplazaron para cometer el crimen y volver a Francia el mismo día.
La noche de los hechos --el 9 de mayo-- la policía local detuvo a un hombre que estaba siendo retenido por un grupo de personas por su presunta relación con el tiroteo que había tenido lugar en la calle Saragossa de la localidad.
El hombre tenía numerosos antecedentes policiales por delitos violentos y contra la salud pública, y en el momento de su detención llevaba una arma de fuego que no se utilizó para la agresión mortal.
Identificados dos presos
Los otros dos hombres ya estaban en prisión provisional en Francia cuando los investigadores les identificaron como presuntos autores del homicidio, uno de ellos por un delito menor y el otro por tentativa de homicidio.
La noche de los hechos, las cámaras de un restaurante de Tarragona grabaron como ambos escondían bajo un contenedor el revólver con el que supuestamente dispararon a la víctima y ropa.
Al detectar a una patrulla de los Mossos d'Esquadra, huyeron dejando los objetos allí escondidos y, una vez en La Jonquera (Girona), abandonaron el coche en un camino fronterizo y cruzaron hacia Francia en otro vehículo.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Tarragona solicitó que los hechos se juzguen en Francia, motivo por el que las autoridades españolas extraditaron al primer detenido.
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