EL proyecto ha sido presentado en rueda de prensa este lunes por parte del concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, Asier Abaunza.
En la comparecencia, ha explicado que se pretende dotar a esta calle de una estética «más moderna y amable» y que los trabajos, que saldrán a licitación en las próximas semanas, tienen un presupuesto de 1.322.711,91 euros y un plazo de ejecución de seis meses.
El proyecto contempla un ámbito de actuación de aproximadamente 3.100 metros cuadrados, que abarcan desde el cruce de la calle con la plaza Aurrekoetxea -en el entorno de los números 61 y 78 de Iturribide- hasta el Casco Viejo -en los números 37 y 46-.
En concreto se reservan 1.322.711,91 euros (IVA incluido) para una obra que saldrá a licitación en las próximas semanas y, una vez se adjudique y se inicien los trabajos, tendrá un plazo de ejecución de seis meses.
Con el objetivo de la «amabilización» del entorno, se prevén una serie de actuaciones como la eliminación de todos los bolardos existentes y la sustitución de estos elementos delimitadores de la calzada por mobiliario amable para los peatones como bancos de hormigón (con y sin respaldo de madera) o jardineras con asientos, entre otros.
Asimismo, se prevé una renovación completa del pavimento de las aceras, una mejora de la iluminación, pasando de luminarias en pared a luminarias verticales, así como una distribución más homogénera de las mismas.
También se colocarán aparcabicis para fomentar el uso de la bicicleta y habrá un recrecimiento de la calzada para igualar toda la calle a misma cota, aumentando así la imagen de calle con preferencia peatonal.
Con el objetivo de la mejora mejora urbanística integral, tanto del tráfico rodado como de los servicios afectados, se realizará, además, una reducción del ancho de calzada a 3,50 metros de forma continua durante todo el ámbito de intervención de la calle, eliminando las zonas de aparcamiento a ambos lados de la calzada.
Abaunza ha explicado que habrá una ampliación de las aceras ganando el espacio de los antiguos aparcamientos, una adecuación de la galería soterrada que discurre bajo la calle, mediante la impermeabilización de la misma, la modificación de la red de pluviales mediante la ejecución de dos cunetas de granito a ambos lados de la calzada, ajuste de arquetas, nuevos sumidero, así como la renovación completa de las redes de gas y telefonía, de trazado compartido.
Para los pavimentos peatonales se utilizarán distintas soluciones como losa hidráulica tipo granito y baldosa podotáctil en la primera zona de actuación y adoquín granítico en la parte final del ámbito, en la conexión con la zona peatonal del Casco Viejo, manteniendo así la trama de adoquín.
Por su parte, se optará por asfalto impreso para la zona de la calzada, ya que se trata de una técnica decorativa sostenible, que imita la trama de adoquín para aumentar la sensación de zona peatonal.
El edil ha precisado que actualmente dos líneas de alumbrado recorren de forma longitudinal, una por cada acera, la totalidad de la calle mediante red subterránea y, a excepción de una luminaria (un poste a la altura del portal 52), todas se encuentran ancladas en las fachadas.
Por ello, se proyecta la renovación completa del alumbrado, de manera que las luminarias pasarán de las fachadas a ir montadas sobre columnas en acera. Las arquetas también serán renovadas, al igual que la propia línea y el cableado, que se ejecutará completamente soterrado.
Además, se incluye un tubo adicional para el despliegue de la fibra óptica.
Respecto al mobiliario urbano, se dispondrán 26 bancos a lo largo del ámbito de intervención, de tres modelos diferentes: ocho serán de hormigón, otros ocho de hormigón con recubrimiento de madera y diez más de hormigón con recubrimiento y respaldo de madera.
Asimismo, se colocarán seis nuevas papeleras, un aparcabicis -con capacidad para 10 plazas, ubicado en la plaza que da acceso al colegio Maristas, y un total de 31 jardineras de altura variable y 0,7 metros de diámetro, fabricado en hormigón prefabricado en color gris. En ellas se plantarán plantas aromáticas, tales como begonia y lavanda.
Junto a ello, se van a instalar cinco bancos-jardineras, tres de los cuales se ubicarán en la plaza bajo el centro Maristas y cinco alcorques con sistema de crecimiento radical controlado, en los que se plantarán cinco nuevos árboles (arces).
Fases de obra
Abaunza ha afirmado que el plan de obra se establecerá en fases para minimizar las molestias. En primer lugar, las parcelas de aparcamiento serán eliminadas, teniendo que sacar previamente los vehículos de la calle.
A continuación se dividirá la vía en cuatro zonas para realizar los trabajos de forma ordenada, permitiendo siempre el paso de vehículos y el acceso de las y los peatones a las tiendas y edificios dejando un tajo de un metro de ancho mínimo desde la fachada en todas las fases y ubicando planchas de acero cuando se ejecute ese tramo para permitir el acceso.
Abaunza ha indicado que únicamente se prevé el cierre de la calle en el momento de asfaltado, pero ese trabajo se hará en una sola noche al término de la obra, a fin de obstruir «lo mínimo posible» el tránsito de vehículos privados, así como de la línea A2 de Bilbobus, cuyo funcionamiento se prevé mantener durante la duración de las obras, así como el tránsito de los vehículos de emergencias.
Previo a todo, se proyecta el levante de elementos urbanos en la totalidad del ámbito de intervención, exceptuando las luminarias, que se retirarán al final, una vez estén las nuevas en funcionamiento.
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