Con este decreto, los comercios tienen «plena libertad para determinar los días y horas de apertura al público en el período o los períodos declarados», según se recoge en la ordenanza de la Junta de Andalucía, y que para la ciudad de Jerez se aplica en todo el término municipal desde este Domingo de Ramos, y durante los domingos del Gran Premio de Motociclismo --a finales de mes-- y de los meses de mayo, julio, agosto, septiembre y octubre.
«Este tipo de medidas no generan empleo, pero sí precarizan el que ya existe en los grandes superficies porque no se abona, sino que se compensa con otro día de descanso entre semana, además de dificultar la conciliación laboral y familiar de las plantillas», ha advertido Begoña López, secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO de Cádiz, en declaraciones a Europa Press.
Este pasado viernes se produjeron varias movilizaciones en Jerez ante la inminente entrada en vigor de este decreto que aboca al trabajador «a una cuasi-esclavitud en el comercio» y «tenemos que trabajar para vivir pero no queremos vivir para trabajar», ha añadido.
Ante esto, la responsable sindical ha exigido que las medidas dirigidas al turismo «no afecten a los horarios comerciales», sino que se enfoquen a ese sector, porque «entendemos que el turista no viene a comprar a las grandes superficies comerciales, porque eso lo hay en todas las ciudades. Viene a visitar nuestras singularidades, nuestro arte, nuestros vinos, nuestra comida y nuestra gastronomía», ha argumentado.
En ese sentido, ha recordado que «antes» había una zona turística acotada al centro de la ciudad, «que se puede entender» porque el visitante va a conocer el patrimonio cultural, «pero que en verano abran, por ejemplo, Hipercor, Carrefour, Área Sur o Luz Shopping, no tiene sentido porque el turista está en la playa», ha apostillado.
Sobre las palabras de la consejera de Empleo, Rocío Blanco, en las que recordaba que el decreto de la Junta no obliga a los comercios a abrir en esos días sino que se plantea como «un derecho», la responsable sindical ha respondido que «evidentemente, no obliga a las firmas a abrir, pero sí les capacita a ello».
En su opinión, este tipo de medidas están dirigidas a cambiar el modelo comercial tradicional existente en el Mediterráneo a un modelo americano enfocado a las grandes superficies, hasta el punto de «romper el equilibrio entre formatos comerciales».
«Prevemos que en el futuro, puede ser que muchos comercios pequeños no puedan hacer frente a esta situación y se vean abocados al cierre y con ello a la desertificación del centro y de los barrios», ha advertido.
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