La afluencia de visitantes desborda, muchos fines de semana y festivos, la capacidad de esta localidad a la que llegan cientos de personas atraídas por sus famosos Mallos. El alcalde de Las Peñas de Riglos, Juan Francisco Torralba, ha apuntado que esta medida responde a una «necesidad de control para garantizar la seguridad y regular la masificación» y es que «en alguna ocasión ni la ambulancia ha podido pasar».
Torralba ha dicho que «hay determinados fines de semana y puentes que esta localidad se masifica de una manera que es imposible transitar e incluso se pone peligroso y se ha determinado poner unas zonas de pago para disuadir y regular el tráfico».
La localidad cuenta con cinco aparcamientos, en cuatro de ellos hay que pagar 3 euros por vehículo y día y 6 euros para caravanas y autobuses; el quinto estacionamiento es para residentes y es gratuito.
Además, se han pintado rayas amarillas para no aparcar en las calzadas de la localidad y se ha instaurado un sistema de tarjetas de colores, dependiendo de los usuarios.
Así, la tarjeta azul es para los vehículos que pagan el impuesto de circulación en el Ayuntamiento de Riglos y pueden entrar al pueblo y aparcar en sus calles; la roja es para los vecinos, que podrán estacionar en el parking número 4 y la amarilla para trabajadores de hostelería de los establecimientos de la localidad.
Para facilitar la adquisición de los tickets se han instalado dos máquinas expendedoras y se ha contratado a una persona para la información.
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