En declaraciones a los medios de comunicación, tras reunirse con los máximos responsables de la Cámara de Comercio de Zaragoza, Lambán ha considerado que, en este momento, «estamos en el final de una legislatura» y «sigo trabajando como presidente del Gobierno», al tiempo que cada partido está elaborando su programa y propuestas «y a eso nos tenemos que dedicar».
Ha continuado diciendo: «Cada cual tiene sus ideas, las expone, cada momento tiene su afán y se incide en unas cuestiones más que en otras y se exageran demasiado de determinados planteamientos, pero eso forma parte del libre albedrío, de la libre voluntad de cada cual».
En el caso del PSOE, ha sostenido que poseen su manera «de ver Aragón, que se está demostrando bastante acertada en general en cuanto a las plasmaciones concretas, en el terreno de la economía o en el terreno de los servicios públicos».
Por esto, ha manifestado que no van a condicionar su programa, ni su manera de gobernar «a nada que no sea nuestra propia manera de ver las cosas» y, desde luego, a ninguna otra fuerza política, para añadir que, cuando se forma un Gobierno «hay condiciones que para un partido son irrenunciables, otras que son negociables, pero eso es algo que se sabe después».
Lambán ha incidido en que el PSOE aspira a gobernar, a obtener una mayoría en las urnas y dirigirse a un electorado socialista, pero también al de otros partidos políticos porque «nuestro proyecto es de amplia base, de largo alcance, en el que se puede identificar perfectamente cualquier persona de cualquier ideología, siempre y cuando estén situados en el espacio central de la política, en el espacio de la moderación».
Por eso, «no entiendo que sea pertinente dedicarme a opinar sobre lo que dicen otros partidos políticos» y sería mejor «que fueran otros los que se pronunciaran respecto a lo que nosotros vayamos hacer» porque, en la campaña electoral «no vamos a ir cediendo la iniciativa, pretendemos llevarla».
Candidatura al ayuntamiento de zaragoza
Sobre la candidatura de Aragón Existe al Ayuntamiento de Zaragoza, Lambán ha dicho: «A mí me parece todo bien, no tengo manías, ni prejuicios; todo el mundo tiene derecho en este país a ser elegible y a ser elegido y está bien que cada cual ejerza ese derecho donde le plazca y como le plazca; eso lo respeto absolutamente».
Lambán se ha referido también al proyecto de unión de estaciones de esquí en el Pirineo de Huesca, una cuestión tratada también por Aragón Existe, y ha pedido ser «más cautos» porque «no es un invento surgido del Pignatelli», «con el que el Gobierno se pone a disposición de los intereses privados espurios», sino que nace «de una reclamación del Pirineo que tiene décadas de existencia» porque entienden «que la supervivencia suya pasa, en gran medida, por esa unión de estaciones y, desde luego, relacionarlo con otro tipo de cuestiones es absolutamente erróneo».
«Respeto mucho lo que quieren hacer los de Teruel con Teruel y sus montañas, lo que quieren hacer los de Zaragoza con Zaragoza y lo que quieren hacer los de Huesca» con su provincia y su territorio.
Ha esgrimido que el Gobierno ha considerado que ha llegado el momento «de satisfacer esa demanda» con un proyecto «nada agresivo medioambientalmente» y «que está produciendo un ruido que, sin embargo, otros proyectos análogos que se están desarrollando en otras partes de España no están produciendo».
No nos lo plantearíamos
El jefe del Ejecutivo aragonés ha sostenido que si el Gobierno considerara que desde la Unión Europea pudieran echarlo atrás «no nos lo plantearíamos», para añadir que tienen la «convicción» de que tanto medioambientalmente como jurídicamente y, sobre todo, desde el punto de vista de la rentabilidad económica, «estamos pisando sobre terreno seguro».
«Luego hay otras instancias, hay otros procesos, otros procedimientos a los que cada cuál puede recurrir, pero desde luego nosotros no tentamos la suerte, ni tomamos decisiones de manera arbitraria; cuando hacemos las cosas es porque estamos convencidos de que están bien hechas», ha apuntado.
Lambán ha concluido que sería una «estupidez» hacer algo que no sea medioambientalmente sostenible «porque nuestros propios controles del Gobierno de Aragón son absolutamente infranqueables» y «rigurosos» en cuanto a este tipo de cuestiones.
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