La alcaldable de Cs en Barcelona, Anna Grau, ha criticado este martes que su partido sufre, según ella, un acoso y derribo: «Las últimas encuestas nos garantizan la entrada al Ayuntamiento le pese a quien le pese».
Lo ha dicho en el coloquio 'Fórum Europa. Tribuna Catalunya', donde ha dado a conocer sus propuestas para la alcaldía de la capital catalana y ha reiterado que se presentará a la investidura independientemente de su resultado electoral.
«Cs es un partido que generó mucha ilusión pero tuvo el problema de tener algunas personas no tan nobles», ha lamentado en referencia a Manuel Valls y su apoyo a la alcaldesa Ada Colau para renovar el cargo en el Ayuntamiento.
Grau ha elogiado su candidatura y su partido por su «sinceridad» aunque, según ella, resulte antipática por decir la verdad, y ha remarcado las que serán sus cuatro líneas rojas en el Ayuntamiento: fiscalidad, movilidad, bilingüismo y ocupación.
Quiere devolver la fiscalidad de Barcelona a los niveles de 2019: «La fiscalidad abusiva de 2020 ha hundido la economía, el intervencionismo no ayuda a la economía».
Asimismo, ha destacado que el tranvía no es su «prioridad» y ha asegurado que es más partidaria de otras infraestructuras, aunque se ha mostrado abierta a un proceso participativo de vecinos y técnicos.
Posibles pactos postelectorales
«Me siento totalmente incapaz de llegar a ningún acuerdo con Ada Colau porque, a diferencia de otros candidatos, es la única de la que creo que conozco su programa y está a las antípodas de los intereses de los habitantes de Barcelona y empieza a ser una amenaza para Catalunya y España. Con ella es imposible», ha sostenido.
Respecto al resto de candidatos, Grau no ha asegurado nada hasta que «despejen sus intenciones» y ha asegurado que se podrá entender con aquellos que le compren sus cuatro líneas rojas.
Okupación, inseguridad y turismo
La candidata a la alcaldía ha puesto énfasis en la okupación, que ha dicho que está de moda, y ha asegurado que no conoce a ninguna persona en situación de vulnerabilidad que sea okupa.
Grau ha afirmado que quiere crear una oficina de defensa del propietario como alternativa a «explicar al okupa qué tiene que hacer para acreditar una vulnerabilidad que es falsa».
Respecto a la inseguridad, Grau ha abogado por aumentar la plantilla de la Guardia Urbana con 1.500 agentes: «Creo que la inseguridad se garantiza poniendo policía y con la actitud adecuada».
Preguntada por el turismo de masas en Barcelona, ha defendido regularlo bien, en sus palabras, pero no prohibirlo y ha añadido que no se puede «tener una economía triste y machacar al turismo».
Sobre la decisión de cerrar por la noche el acceso a los búnkers del Carmel, Grau ha criticado que el Ayuntamiento «se caracteriza por dejar pudrir los problemas y sentirse justificado para tomar una decisión drástica».
Catalunya como "bastión" de cs
El presidente de Cs en el Parlament de Catalunya, Carlos Carrizosa, ha erigido a Catalunya como el verdadero bastión de Cs y de donde el partido va a «resurgir».
También ha lamentado que «hay un exceso de clientelismo en la administración local, autonómica y española» y que es necesario hacer reformas y no ahogar a la iniciativa privada, en sus palabras.
Finalmente, ha criticado que el Ayuntamiento liderado por la alcaldesa Ada Colau «bajo el signo del populismo quiere cambiar las cosas de arriba a abajo y persistir y pervivir a costa de crear una sociedad subvencionada y dependiente».
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