Así lo ha aseverado el dirigente autonómico, en una entrevista en el 'El Programa de Ana Rosa' que recoge Europa Press. Ante los comicios locales y autonómicos y tras ocho años de gobierno del Botànic, el jefe del Consell ha subrayado que hay que elegir entre «volver al imaginario de corrupción y paro» que, a su parecer, representó la etapa del PP, o «continuar en una comunidad donde ahora más gente está trabajando, que atrae inversiones internacionales y que, según la Unión Europea, es la que más ha avanzado en innovación».
«Eso es lo que se va a evaluar ahora, más allá de que aquellos que no tienen ningún proyecto para la Comunitat Valenciana intenten agarrarse a un debate nacional, que es legítimo pero que no es lo que ahora se va a dilucidar», ha insistido.
Preguntado por el empate técnico entre los bloques de izquierda y derecha al que apuntan algunas encuestas, Ximo Puig ha comentado que cree que «no va a estar tan ajustado» y que, en todo caso, acude a la cita electoral «con enorme serenidad y tranquilidad».
«Pase lo que pase estaré siempre agradecido porque la sociedad valenciana me apoyó en momentos en los que tuve que tomar decisiones drásticas y hemos sacado mejores resultados que en otras CCAA con más crispación o donde se utilizó políticamente la pandemia. Voy con la seguridad de que estamos bien encauzados», ha recalcado.
En esta línea, ha expresado su confianza en que su partido y el espacio político que representa «va a tener un resultado mejor que lo que hoy dicen las encuestas». «Pero es mi percepción, y son los ciudadanos los que tienen que decidir», ha apostillado Puig, que ha reconocido que «no entiende» que alguien quiera «volver al pasado».
Ha insistido en que «todos los vectores» en la Comunitat son «positivos», incluso --ha enfatizado-- en el ámbito fiscal. Aquí ha señalado que «en 2015 en la Comunitat Valenciana las rentas más bajas eran las que más pagaban de España y las altas las que menos y nuestra primera reforma fue ir a hacia la constitucionalidad y una imposición progresiva».
De este modo, «ahora las rentas bajas son las que menos pagan y es verdad que las altas pagan más, pero es que no se puede hablar de generar servicios públicos de calidad y acabar con la fiscalidad». «Eso es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos», ha dicho Puig en referencia a la reforma fiscal que propone el PPCV y que ha tildado de «insolvente». «¿De dónde se quitan 4.000 millones y cómo que no va a haber recortes si se hace?», ha planteado.
"una gestión amable"
Puig ha abogado por «liderar desde la serenidad, la solvencia y una gestión amable con la ciudadanía y no volver al pasado que hizo de la Comunitat Valenciana un paradigma del que afortunadamente hemos huido juntos».
«Nuestras encuestas reflejan una aprobación muy clara de la acción de gobierno de estos años y nos da esperanza de que se traduzca en un resultado electoral. Las pasadas elecciones ya estuvieron ajustadas, no es un momento de grandes mayorías, pero se ha visto cómo hemos cambiado y eso nos da el aval para mirar hacia delante», ha concluido.
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