Así lo ha señalado la institución académica ante la celebración el 12 de mayo es el Día Mundial de la Fibromialgia, una enfermedad que se caracterizada por un cuadro de dolor musculoesquelético crónico y generalizado de origen desconocido, que afecta especialmente a mujeres de entre 20 y 50 años.
Los investigadores han revisado los ensayos clínicos más destacados en este campo para detectar los parámetros sobre la dosis «óptima» que garanticen la eficacia de esta técnica en el caso de la fibromialgia. Sus resultados acaban de ser publicados en 'Pain', la revista oficial de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), que está entre las más prestigiosas de las 212 revistas indexadas en el ámbito de la neurología clínica.
Según explica el profesor de Fisioterapia de la CEU UCH, Juan José Amer, investigador principal de este estudio, «la TENS consiste en aplicar pequeños impulsos eléctricos de baja intensidad con un dispositivo de uso doméstico, para estimular nervios periféricos a través de electrodos colocados en la piel y, con ello, activar los poderosos mecanismos analgésicos propios de los que dispone nuestro sistema nervioso central (médula y cerebro)».
Sin embargo, ha indicado que no existe consenso científico sobre la eficacia o las dosis adecuadas para aplicar esta técnica en personas con fibromialgia, para tratar su dolor muscular. Por ello, los investigadores vieron necesario «realizar una revisión de los ensayos clínicos hasta ahora publicados para determinar qué parámetros de las dosis aplicadas en los estudios conseguían que el TENS fuera capaz de tratar con éxito esta sintomatología de la fibromialgia».
Once estudios
El equipo investigador seleccionó en distintas bases de datos científicas los 11 estudios «más significativos» entre los realizados hasta la fecha, analizando como parámetros para determinar la dosis correcta la frecuencia y la intensidad del tratamiento con TENS, la zona de aplicación y el número de sesiones que han resultado más eficaces en pacientes con fibromialgia.
«El meta-análisis realizado sobre estos estudios nos ha permitido confirmar que la neuroestimulación eléctrica transcutánea puede reducir eficazmente el dolor en pacientes con fibromialgia cuando se aplica en determinadas condiciones», ha apuntado el profesor Amer.
Su estudio revela que los ensayos clínicos que han presentado una «mayor eficacia» para la reducción del dolor con TENS en fibromialgia han sido aquellos en los que se ha aplicado el tratamiento con una frecuencia alta, entre 100 y 200 Hz, o con una frecuencia mixta, combinando entre baja y alta frecuencia dentro de la misma sesión de tratamiento.
Por otro lado, la intensidad alta ha sido la más eficaz, ajustándola individualmente entre «fuerte pero confortable» y «la más alta tolerable pero sin causar dolor». Además, en intervenciones a largo plazo, durante 10 o más sesiones, el TENS ha presentado también más eficacia en la reducción del dolor en las personas con fibromialgia.
Protocolo
Estas evidencias coincidentes en los principales estudios científicos analizados han permitido al equipo investigador de la CEU UCH desarrollar un protocolo para la intervención correcta con TENS en estos pacientes, que puede servir de base para futuras investigaciones en otras patologías musculoesqueléticas que cursen con dolor crónico.
«Aliviar la sintomatología en las personas que padecen fibromialgia con la introducción de técnicas no farmacológicas eficaces frente al dolor es esencial para mejorar su calidad de vida. El uso autónomo de un aparato de TENS, con las adecuadas indicaciones de intensidad, frecuencia, localización y número de sesiones que hemos identificado, garantizan su eficacia», ha incidido.
Además, se trata de un tratamiento «con un bajo coste y que carece de los efectos secundarios que pueden tener los tratamientos farmacológicos, por lo que en las condiciones de aplicación que hemos determinado, se confirma como una opción adecuada para tratar el dolor en las personas con fibromialgia», según concluyen los investigadores de la CEU UCH autores del estudio.
Equipo investigador
Los profesores del Grado en Fisioterapia de la CEU UCH Juan José Amer, Gemma Biviá, María Dolores Arguisuelas y Luis Suso, son coautores de este estudio, junto al profesor de los Grados en Fisioterapia y Medicina de la CEU UCH, Juan Francisco Lisón, y la investigadora de la Universitat de València (UV) Laura Badenes. Su investigación ha sido financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación (PID2020-115609RB-C22) y por la Universidad CEU Cardenal Herrera (2022/INDI21/31).
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