Las investigaciones se iniciaron el 2 de mayo en el distrito valenciano de Patraix cuando agentes que realizaban labores de prevención de la delincuencia observaron a un hombre en actitud sospechosa, que llamaba insistentemente a la puerta de un bajo comercial que parecía cerrado y sin actividad aparente para depués abandonar el lugar apresuradamente.
A raíz del comportamiento del sospechoso y para prevenir que intentara realizar alguna actividad ilícita, decidieron interceptarlo e identificarlo. El hombre mostró un «gran estado de nerviosismo» y manifestó que había ido a visitar a un amigo, según ha informado la Policía en un comunicado.
En ese momento, los agentes encontraron entre sus pertenencias una pastilla de lo que parecía éxtasis, por lo que se procedió a levantarle un acta de incautación de la misma.
Después de una serie de gestiones, los policías comprobaron que el local al que estaba tratando de acceder el hombre carecía de actividad comercial alguna, por lo que continuaron patrullando activamente en las inmediaciones del inmueble por si se utilizaba para actividades ilícitas, ya que se encontraba situado a escasos metros de un centro educativo.
Los policías observaron dos días después que otro hombre sacaba bolsas y paquetes del local, y los cargaba en un vehículo estacionado en la puerta. Los agentes procedieron a identificarlo y, al revisar los paquetes que trasladaba, encontraron lo que parecían sustancias ilícitas, pastillas de estimulantes sexual, 920 euros en efectivo, un datáfono y tres teléfonos móviles.
Poco después comprobaron que las sustancias halladas eran drogas. En concreto se trataba de popper, GHB o éxtasis líquido, así como la nueva droga denominada alpha, que es una sustancia pulverulenta que tiene efectos estimulantes similares a otras drogas como la cocaína o la metanfetamina, con un gran poder adictivo.
Ante tales hallazgos, los agentes detuvieron al hombre por un presunto delito contra la salud pública y el local quedó custodiado por una patrulla policial a la espera de la realización de un registro del mismo.
Registro del inmueble
Asimismo, registraron el inmueble y averiguaron que el detenido, además de emplear el local como residencia habitual, también lo utilizaba para almacenar, manipular y distribuir drogas de diseño y fármacos que únicamente podían ser dispensados con prescripción médica.
Los investigadores comprobaron cómo el local disponía de altas medidas de seguridad, como alarma, cámaras de vigilancia interior, mirilla electrónica, así como cerraduras electrónicas mediante huellas en la oficina donde se encontraban las sustancias almacenadas.
Finalmente, incautaron un total de 360 gramos de alpha, seis gramos de ketamina, 48 botes de popper, tres botes de GHB o éxtasis líquido, 15 dosis de LSD impregnado, 1.102 patillas de estimulante sexual, tres teléfonos móviles, una báscula de precisión, 2.255 euros en efectivo y gran cantidad de pipas de cristal y sobres de plástico para el consumo y almacenaje de sustancias estupefacientes.
La mayoría de estas sustancias intervenidas se suelen emplear en el denominado 'chemsex' o práctica sexual con uso intencionado de drogas para así prolongarla en el tiempo, han indicado los agentes.
El arrestado, de 43 años, nacionalidad española y con antecedentes policiales, ha pasado a disposición judicial.
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