Equipo de investigación | VICENTE LARA SAEZ / ACOM UPV

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Un equipo internacional de científicos en el que participa el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) --centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV)-- ha descubierto más de 20.000 nuevas especies de agentes mínimos que incluyen ejemplos de novedosos RNA infecciosos gigantes, híbridos de virus de RNA y viroides circulares.

Cómo se originó la vida es una de las preguntas clásicas de la humanidad de la que aún se conoce muy poco. Se acepta que hace miles de millones de años, un mundo de RNA dio lugar a los primeros entes auto replicantes formados por moléculas de RNA con una función doble: informativa (equivalente al DNA actual) y catalítica (en forma de ribozimas equivalentes a las enzimas proteicas actuales).

Entre los vestigios que han quedado de aquel mundo de RNA está el ribosoma (la ribozima que decodifica la información genética, clave en todos los seres vivos) o las entidades biológicas más sencillas conocidas, como son los virus de RNA y, sobre todo, los minúsculos agentes subvirales de RNA circular, que confirman que la información genética no solo se perpetua como DNA.

Hasta la fecha, únicamente se conocían unas pocas decenas de esos genomas mínimos de RNA circular, muchos con ribozimas, exclusivamente en plantas (viroides y otros RNAs viroidales) y animales (Hepatitis Delta), y que históricamente se relacionaban con los agentes primigenios del mundo de RNA.

Ahora, aprovechando la información genética recolectada a lo largo y ancho del planeta durante las últimas décadas, un equipo internacional de investigación ha descubierto más de 20.000 nuevas especies de estos agentes mínimos.

«Aunque aún desconocemos los potenciales huéspedes de la mayoría de ellos, se confirma que estos vestigios del mundo precelular de RNA serían muchísimo más habituales de lo que se pensaba hasta ahora. Mediante aproximaciones moleculares, se ha comprobado que algunos de estos genomas minúsculos de RNA circular se replican en diversas especies de hongos asociados a plantas y suelo. Estos resultados sugieren que tendríamos en los hongos y otros organismos de tipo fúngico el posible origen evolutivo de los viroides de plantas y los agentes tipo Delta de la hepatitis humana descritos hace más de 40 años», explica en un comunicado Marcos De la Peña, investigador del CSIC en el IBMCP.

Según destaca De la Peña, el descubrimiento de este nuevo mundo de RNA de genomas circulares mínimos permitirá no solo conocer mejor cómo pudo ser ese mundo de RNA primigenio, sino también descubrir nuevas formas de agentes infecciosos que quizás subsistan en la actualidad replicándose en huéspedes muy sencillos como bacterias, arqueas o protistas, «siendo el origen evolutivo de muchos de los agentes virales y viroidales que hasta ahora solo conocíamos en seres más evolucionados como plantas y animales».

Junto al IBMCP, también participan en este trabajo el Consejo Nacional de Investigación (Italia); la Universidad de Stanford (EE.UU.); el Instituto Pasteur (Francia) y la Universidad de Toronto (Canadá), entre otros.