En la capital aragonesa, a partir de las 16.30 horas, en el Jardín de Invierno en el Parque Grande José Antonio Labordeta, el área de Cruz Roja que gestiona este programa instalará una carpa en la que se desplazarán algunas de las actividades, como medida de previsión frente al calor.
El objetivo de esta jornada ha sido integrar, informar y mostrar a los ciudadanos la situación de sufrimiento de las personas que se ven obligadas a salir de sus países, por diferencias circunstancias. En esta iniciativa participarán, de forma activa, personas acogidas en recursos de Cruz Roja.
En Ejea, en el Centro Cívico Cultural, la Asamblea Local ha organizado una sesión de charlas, que comenzarán a las 17.00 horas, para explicar el programa de Protección Internacional y en la que cinco personas refugiadas relatarán sus experiencias y vivencias personales.
Entre los términos de solicitante de asilo, refugiado, migrante o apátrida, todavía existe mucha confusión, así como sobre el sistema de Protección Internacional en España. Por esta razón, desde la entidad hará un ejercicio de sensibilización e información para la ciudadanía.
La responsable de Migraciones de Cruz Roja en Zaragoza ha contado que en la jornada estarán las personas que han pedido asilo político en Zaragoza y en la provincia, con el fin de que puedan «pasar un día agradable, fuera de la rutina y donde participar con todos los ciudadanos».
Cruz roja en aragón
La entidad ha atendido en Aragón a 680 personas, entre las diferentes fases del programa de Protección Internacional del Ministerio. De estas, 504 se han encontrado en primera fase de acogida y temporal en centros y pisos de la Institución.
En estos momentos, cerca del 90% de las plazas, han sido ocupadas. La mayoría por solicitantes de asilo y refugiados procedentes del sur de América, Venezuela, Colombia y Perú. No obstante, se han atendido a personas de todos países del mundo, como de Siria --cuya situación se ha visto agravada a consecuencia del terremoto--, Malí o Marruecos, entre otros.
El año pasado, a raíz del estallido del conflicto de Ucrania, la mayoría de las personas acogidas era de nacionalidad ucraniana, mientras que en este momento representan un 10% en los recursos de Cruz Roja, ya sea porque han regresado a sus ciudades de origen o porque se han quedado en España y han pasado a la fase de autonomía al encontrar trabajo, aunque continúan dentro del programa de Protección Internacional. En esta segunda etapa, en Zaragoza ya se han encontrado 176 personas, de las cuales un 70% son ucranianos.
La campaña
El Jardín de Invierno acogerá este 20 de junio, de 16.30 a 19.00 horas, más actividades al aire libre y en el interior de una carpa, enmarcadas en la campaña de sensibilización promovida por Cruz Roja 'Las cuatro erres: resistencia, resiliencia, reinvertarse, refugio'.
Desde el escenario sonará música del mundo, mientras que se realizarán juegos de los cinco continentes con el fin de acercar al público la realidad de las migraciones forzosas e invitará a reflexionar sobre este fenómeno, así como empatizar con las personas refugiadas. En esta acción colaborarán 20 voluntarios.
Por otra parte, en la localidad de Ejea de los Caballeros, a partir de las 17.00 horas, en el Centro Cívico Cultural, responsables y trabajadores sociales explicarán el programa de Protección Internacional y cinco personas --de las 56 acogidas por Cruz Roja en esta ciudad-- relatarán su historia al público. En este recinto, cantará un grupo de menores de Ucrania y se pintarán banderas con palmas de la mano.
En esta población, el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Ejea, ha cedido un banco municipal antiguo que ha sido pintado, de forma altruista, por el diseñador gráfico Sergio López, para mostrar la realidad de las personas refugiadas que huyen con su 'casa a cuestas' y se instalará en el parque de este municipio.
Recetas del mundo en alagón
Como colofón de la semana, la Asamblea Local y Comarcal de la Ribera Alta del Ebro, en Alagón, el viernes 23 de junio, presentará a las 10.30 horas en su sede el cuaderno 'Recetas del Mundo' en el que se ha planteado la cocina como una herramienta poderosa de integración.
En esta publicación han participado una representación de personas que acuden a clases de aprendizaje de lengua española en Cruz Roja y en la que aparecen con cinco recetas traducidas a cuatro idiomas: rumano, chino, árabe y español.
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