Archivo - El secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en una imagen de febrero en el Parlamento andaluz. | Francisco J. Olmo - Archivo

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El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha respondido este martes a la carta que le remitiera el secretario general del PSOE de Andalucía, Juan Espadas, en la que le proponía una negociación bilateral sobre la reforma de la Proposición de Ley de Regadíos en los municipios en el entorno de Doñana, para posponer la celebración de ese encuentro pasadas las elecciones a Cortes Generales de 23 de julio.

Moreno, quien agradece a Espadas su misiva con la propuesta, apela al contexto electoral que se vive en España para argumentar que «le sugiero aislar este asunto de la contienda electoral», de manera que le plantea que «después del 23 de julio seguirá abierta la posibilidad de incluir modificaciones que vengan a mejorar el texto legal».

Esa referencia al periodo electoral lleva a Moreno a reafirmarse en que «no resulta el momento idóneo» para abordar este asunto, mientras que se lamenta que esta iniciativa legal para transformar suelos forestales en agrícolas regables con aguas superficiales «ha sido objeto de una utilización política que en ningún caso estaba en el ánimo de mi grupo parlamentario al impulsar esta Proposición de Ley».

El presidente del Gobierno andaluz desecha la vía bilateral que le planteaba Espadas al esgrimir que la Proposición de Ley sobre regadíos en el entorno de Doñana se encuentra en una fase de presentación de enmiendas al texto por parte de los grupos y que en ese escenario «abrir en este momento una vía paralela de diálogo entre uno de los grupos parlamentarios implicados y la Presidencia del Gobierno podría perturbar el normal discurrir del procedimiento», que tendría como efecto colateral «relegar el papel que el resto de los grupos debe asumir».

Moreno se reafirma en considerar que «es preciso elegir el momento más adecuado», aun cuando le plantea a Espadas que «cualquier diálogo es provechoso», pero vuelve a matizar que el actual escenario electoral «podría conducir a una mayor división», de lo que le señala como ejemplo «la inmediata reacción unánime de rechazo en todos los grupos políticos que provocó su propuesta» de mantener un diálogo bilateral Moreno-Espadas.

El presidente de la Junta, quien recuerda a Espadas «la posibilidad de enriquecer entre todos la Proposición de Ley en el transcurso de la tramitación parlamentaria», defiende que «puede estar seguro» acerca de que tanto el Gobierno andaluz como el Grupo Parlamentario Popular «estaremos abiertos al acuerdo hasta el último momento».

Con la premisa de que «nuestra oferta de diálogo es firme», Moreno le indica al líder de los socialistas andaluces que el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, se viene reuniendo con los grupos parlamentarios «para abordar cuantas cuestiones afecten a las relaciones entre éstos y el Gobierno de Andalucía», y le avanza en ese sentido que «esta misma semana se ha convocado un nuevo encuentro», para el que dice aguardar que «el Grupo Socialista se sume y aporte sus propuestas para cualquier asunto».

Moreno señala a Espadas el horizonte de septiembre como escenario para celebrar «otra ronda de reuniones con los máximos representantes de los grupos parlamentarios», encuentro que serviría para «iniciar el curso político».

Con ese referente de una cita multilateral en septiembre, el presidente de la Junta se despide del secretario general del PSOE-A diciéndole que «vamos a seguir teniendo oportunidades para compartir puntos de vista y acercar posturas en los asuntos de mayor interés para Andalucía».