Para frenar la emergencia climática, Vergara ha expuesto este martes las propuestas de SUMAR-Aragón, en una mesa informativa situada el Mercado de Valdespartera, en la capital aragonesa, y debido a la alerta existente por altas temperaturas en el valle del Ebro, se ha suspendido la mesa programada para esta tarde.
La rehabilitación de viviendas y edificios públicos, la lucha para frenar la desertificación, la apuesta por energías renovables basadas en el autoconsumo, la mejora de la eficiencia energética y la protección de los trabajadores y trabajadoras ante las olas de calor son algunas de las ideas que aparecen en el programa de Sumar.
Vergara ha sostenido que Sumar cuenta con la hoja de ruta «más ambiciosa» para poner en marcha una «transición ecológica justa» al servicio de las personas. «Nuestro país puede y debe estar a la vanguardia de la protección de las personas frente a la emergencia climática», ha aseverado.
En su programa se incorporan varios bloques de medidas para convertir al país en una «potencia verde generadora de empleo, un sistema energético 100% renovable, eficiente y democrático», además de para «ganar la batalla a la desertificación, proteger a la biodiversidad y el patrimonio natural, así como el bienestar animal o la economía circular».
Por otro lado, «ante el negacionismo y un bipartidismo sin ambición climática», se ha comprometido con ofrecer a la ciudadanía estas «propuestas de futuro» con el objetivo de crear «una España verde y justa social y ambientalmente».
Potencia verde o desierto gris
Laura Vergara ha señalado que el 23 de julio, «la sociedad se juega convertirse en una potencia verde o en un desierto gris». Además, ha recordado que el verano «ya dura seis semanas más» y que «Zaragoza batió en 2022 su récord de noches tropicales, con 54 días sin bajar de 20ºC, restando horas de sueño y descanso».
«Desde Sumar tenemos claro que podemos ser un país que aprovecha toda la cadena de valor para desplegar una energía renovable responsable y desengancharnos de los combustibles fósiles en fabricación de vehículos eléctricos, en rehabilitación energética de vivienda o en protección de las personas trabajadoras frente a la emergencia climática», ha señalado la candidata.
Asimismo, ha declarado que la crisis climática provoca que sea «más difícil» el día a día en los barrios, debido a que peligra la salud de las personas e incluso supone una causa de muerte. «El año pasado murieron más personas por olas de calor que por accidentes de tráfico», ha apuntado, 4.700 víctimas mortales en comparación a las 1.145 en la carretera.
Por todo esto, «Sumar tiene un plan de emergencia y un proyecto de futuro». Entre las propuestas electorales ha destacado el impulso a una Estrategia Nacional para el calor extremo y recurrente, que obligue a la adaptación de las condiciones de trabajo --«todo trabajo no adaptado al cambio climático es trabajo precario»--, e impulse un plan de choque para climatizar escuelas y residencias.
También para ganar la batalla al desierto ha nombrado un Pacto de Estado antidesertificación, convirtiendo el agua en política de Estado y en derecho público universal.
De nuevo, ha insistido en la apuesta por un sistema energético «cien por cien renovable, eficiente y democrático», garantizando el acceso universal a la energía con un sistema tarifario progresivo «en aras de una justicia social y climática, en un mundo en el que el 1% de la población emite 14 veces más que el 50% más pobre».
Así, quienes más tienen y más contaminan «deberían pagar para financiar la transición de las personas vulnerables». Vergara ha concluido con otras medidas como adaptar la certificación energética y ha propuesto la creando una empresa pública de energía.
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