El candidato de VOX al Congreso por Zaragoza, Pedro Fernández, en una visita a Tarazona. | VOX ARAGÓN

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El candidato de VOX al Congreso por Zaragoza, Pedro Fernández, ha afirmado que su formación protegerá las tradiciones populares, eventos religiosos y festejos taurinos propios de la España rural, frente a «los ataques del progresismo y el globalismo».

Así lo ha expresado Fernández en una visita al municipio zaragozano de Tarazona, donde también se ha comprometido a promocionar y apoyar las fiestas locales y tradiciones, «que son señas de identidad y lazos de unión comunitaria entre las distintas generaciones que mantienen viva nuestra historia milenaria».

Del mismo modo, el candidato de VOX a la Cámara Baja por Zaragoza ha asegurado: «Fomentaremos y protegeremos el artesanado y los oficios tradicionales y con arraigo mediante medidas fiscales y crediticias, que son realmente las más efectivas».

Fernández ha reconocido «la tradición secular del cooperativismo y la economía social», promoviendo la participación de los trabajadores en las empresas. En esta línea, VOX apuesta por «una posición cerrada en defensa del campo español ante la Comisión Europea» y exigirá una Política Agraria Común (PAC) que anteponga el interés de los productores nacionales y comunitarios «sobre los delirios ideológicos de los 'lobbies' ecologistas que tanto daño están haciendo para proteger a nuestro campo de la competencia desleal extranjera».

Eventos taurinos

«Apoyaremos con medidas fiscales y crediticias la tauromaquia y los espectáculos de esta naturaleza »que son atacados por parte de la izquierda«. En el ámbito de la cultura, VOX también protegerá y conservará el patrimonio histórico artístico tradicional, »como garante de nuestra identidad nacional", mediante un plan nacional de catalogación, restauración, conservación y difusión del mismo, con una nueva legislación de mecenazgo.

Por otra parte, Pedro Fernández ha comentado que se revisará el catastro «para acabar con las enormes diferencias que existen en la España rural entre un valor catastral muy superior al valor de mercado de los inmuebles, que en muchos casos son enormes y que generan una tributación desmesurada que lastra la compra-venta de viviendas en el mundo rural».