Los detenidos actuaban colocándose al lado de la víctima cuando esta iba a un cajero para ver el código PIN que introducía y, una vez visto, otro de los detenidos lanzaba un billete al suelo y decían a la víctima que era suyo y se le había caído.
En ese momento, la primera persona se encargaba de retirar la tarjeta del cajero y llevársela, mientras que una tercera persona se encargaba de vigilar el entorno.
La víctima, tras volver al cajero, pensaba que este se había quedado con la tarjeta, y mientras realizaba el trámite con el banco, los autores sacaban el dinero en un cajero cercano.
Investigación
Los cuerpos policiales iniciaron la investigación, que continúa abierta, en junio a partir de la denuncia de una víctima que sostenía que «personas desconocidas se habían apoderado de su tarjeta bancaria en un descuido» y habían sacado 2.600 euros en cajeros cercanos.
Los detenidos, que se vestían con gafas de sol, mascarillas, gorras y pañuelos en la cabeza para no ser reconocidos, tienen múltiples antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio, según la policía.
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