Archivo - El diputado general de Álava, Ramiro González. | Iñaki Berasaluce - Europa Press - Archivo

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El diputado general de Álava, Ramiro González (PNV), ha considerado que el actual sistema fiscal está «funcionando de forma razonable» y, por tanto, no ve necesaria «una revolución fiscal», aunque ha apostado por introducir las mejoras que sean necesarias. Asimismo, ha considerado que no es «momento de propugnar un descenso de recaudación», sino de «fortalecer» los servicios públicos.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, González ha recordado que existe «el compromiso de abordar las modificaciones tributarias que resulten necesarias» después de evaluar cómo ha funcionado la fiscalidad durante los últimos años, en los que, pese ser «muy complicados», la recaudación «se ha comportado bien» y, al mismo tiempo, «se está generando empleo, se está generando riqueza y se está generando actividad económica».

Por ello, cree que las últimas modificaciones tributarias en el IRPF y en el Impuesto de Sociedades «han funcionado de forma razonable», aunque «falta por ir al detalle de cada medida y el comportamiento de cada figura tributaria» y «todo se puede mejorar». En todo caso, no cree que sea necesaria «una revolución fiscal».

El diputado general de Álava ha remarcado la necesidad de fortalecer los servicios públicos y la exigencia por parte de la sociedad de que sean «de calidad», para lo que «falta recaudación» y, por ello, «cualquier modificación tendrá que buscar la recaudación».

Por otro lado, ha apuntado que, en la actual sociedad globalizada «tremendamente competitiva en lo económico», es preciso que también la fiscalidad «se fije en la necesidad de mantener el talento y la capacidad económica».

Tras reiterar que las modificaciones que se hagan deberían buscar esos dos objetivos, ha apuntado que no cree que se esté «en un momento en el que debamos propugnar un descenso de recaudación», que, a su entender, la sociedad vasca «no quiere» porque no desea que «se resientan» los servicios públicos.

Según ha indicado, «eso no nos lo podemos plantear. Debemos seguir con una fiscalidad progresiva, debemos ir a una fiscalidad que garantice esos recursos para mantener servicios públicos de calidad, y lo que tenemos que hacer es adoptar las medidas necesarias para mejorar en aquellos aspectos que se puedan mejorar y abordar retos importantes de futuro» como el reto demográfico, las políticas de vivienda, la transición energética y el cambio climático.

En relación a los grupos con los que se podrían buscar acuerdos para pactar la nueva reforma fiscal, ha asegurado que está «abierto a hablar con todo el mundo», excluyendo a Vox, pero, «si alguien está planteando una reducción de la recaudación que conllevaría una pérdida de calidad de los servicios públicos, ahí no nos van a encontrar».

Legislatura del acuerdo

Por otro lado, González ha reconocido la necesidad de alcanzar acuerdos con las fuerzas de la oposición durante la nueva legislatura, dado que el Gobierno foral no cuenta con mayoría absoluta en las Juntas Generales de Álava.

Tras destacar que tanto EH Bildu como PP y también Elkarrekin tienen «suficientes escaños como para dar la mayoría» al Ejecutivo que dirige, ha confiado en que «esta va a ser la legislatura del acuerdo». En este sentido, ha recordado que en su primer mandato, en la legislatura 2015-2019, gobernó «incluso con menos escaños» que actualmente y, sin embargo, fue posible sacar adelante los presupuestos de tres años consecutivos y «avanzar mucho» en las políticas públicas.

«Retomaremos aquel espíritu y espero que esta intención sea bien asumida por las formaciones políticas de la oposición y podamos llegar a esos acuerdos que son importantes para el futuro de Álava», ha insistido González, que ha dicho estar abierto a «acuerdos con todas las formaciones políticas» en función del contenido de las propuestas que se planteen.

No obstante, ha reconocido que «en este momento hay una situación realmente complicada con el Partido Popular», especialmente en Álava, teniendo en cuenta que Treviño «está siendo gobernada por el Partido Popular y Vox» y se están «escuchando cosas muy serias».

Así, ha indicado que el hecho de que la Junta de Castilla y León esté «gobernada por la ultraderecha, de la mano del PP, afecta a la calidad de vida, la forma de vida y las libertades de los ciudadanos de Treviño que para nosotros son alaveses», si bien ha precisado que «nadie ha hecho llegar a la Diputación un planteamiento» que cuestione los actuales acuerdos para la presentación de servicios.