Los cuidadores encontraron a la cría a primera hora de la mañana en su cobijo, cuando acudieron a dar el desayuno a los animales, y pusieron en marcha el protocolo de vigilancia no intrusiva, con lo que instalaron cámaras especiales para evitar la presencia humana, todo con el objetivo de favorecer el comportamiento natural, según ha explicado el parque en un comunicado.
En las primeras horas comenzaron a observar con optimismo que la madre la atendía; sin embargo, conforme pasaba el tiempo, comprobaron que no se consumaba la crianza, pues la pequeña no mamaba.
Ante las muestras de debilidad del retoño, finalmente se decidió intervenir e intentar la lactancia «a mano», pero los trabajadores no conseguían que la pequeña se enganchara al biberón. Finalmente, «forzando con la delicadeza necesaria» e «in extremis», lograron que ingiriera los primeros calostros que, «sin duda, le salvaron la vida», ha relatado Bioparc.
Tras los intensos primeros días, todavía con cautela y sin bajar la guardia, el equipo que se encarga de su bienestar muestra confianza en que «salga adelante». El reconocimiento veterinario para verificar su estado de salud y sexarla ha confirmado que es una hembra.
Cada día, antes del primer biberón, se pesa para incrementar y adecuar el alimento con mezclas de leche fresca y evaporizada que favorezcan su crecimiento y refuercen su sistema inmune.
«Además de los indispensables mimos, se imita el comportamiento de la madre estimulándola durante las tomas con el fin de que haga sus necesidades, pues es fundamental que orine y defeque con normalidad», ha detallado Bioparc. Para garantizar su tranquilidad, por el momento se mantiene en las instalaciones interiores adaptadas a su comodidad y, paulatinamente, se integrará con el resto de gacelas para continuar su desarrollo.
Bioparc Valencia participa en el programa internacional de conservación de gacela de Thomson con un grupo formado por un macho y cinco hembras, al que se une este esperanzador nuevo nacimiento. En Europa únicamente podemos observar esta característica especie africana en siete instituciones, dos de ellas en España.
La Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) incluye la gacela de Thomson en su Lista Roja de especies en peligro de extinción, por lo que es primordial continuar con los esfuerzos de reproducción controlada y de preservación ex situ para asegurar su supervivencia.
Las gacelas de Thomson habitan uno de los espacios más reconocidos de Bioparc Valencia, un recinto multiespecie que recrea la sabana y donde conviven con jirafas, otros antílopes como blesbok, impala y kobos; además de aves como el jabirú africano, el ibis sagrado y diferentes especies de anátidas.
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