La investigación se inició a mediados del mes de julio tras la denuncia de la víctima que manifestaba haberse enterado de que unas fotografías suyas, de índole sexual, estaban en posesión de varios conocidos suyos sin que ella las hubiese compartido.
Agentes adscritos al Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Alicante determinaron que días antes a la denuncia la víctima coincidió con unos conocidos en el domicilio de una amiga donde todos pasaron la noche.
En un momento determinado, un conocido de la denunciante le pidió prestado su teléfono móvil, alegando que el suyo no tenía batería y necesitaba hacer una llamada urgente, y se introdujo en el aseo para realizarla. A la chica le pareció extraño que tardara tanto en llamar por teléfono y salir del servicio, pero cuando nuevamente tuvo el móvil en sus manos no observó nada extraño.
No obstante, a la mañana siguiente la denunciante recibió la llamada de una amiga en la que le informaba de que varias fotografías suyas de índole sexual habían sido enviadas a un grupo formado por varias personas, y que la persona que las habría difundido sin su consentimiento era el conocido que el día anterior le había pedido prestado el terminal móvil.
Los agentes determinaron, que el detenido habría pedido el teléfono móvil a la víctima aprovechando su buena fe, y estando desbloqueado el terminal y a su libre disposición para poder acceder a cualquier archivo y fotografías que contenía, se envió a su propio teléfono las 21 imágenes íntimas de la denunciante, según las mismas fuentes.
Horas después envió parte de esas imágenes a un grupo de mensajería instantánea compartido por otras personas, por lo que tras ser identificado y localizado, los agentes lo detuvieron por la presunta comisión de un delito contra la intimidad. El detenido, de nacionalidad española, ya ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Alicante.
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