Los agentes estudiaron durante días el 'modus operandi' de los vendedores ambulantes y llegaron a la conclusión de que se trataba de una «incalculable» cantidad de individuos «perfectamente organizados y con una clara jerarquía donde», tanto hombres como mujeres, que tenían «perfectamente estipulado su lugar en la pirámide», así como determinada su función en la organización.
Las ganancias que podían haber llegado a obtener con esta actividad son de aproximadamente 600 euros al día, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
Para «atajar esta problemática», los agentes, durante las últimas jornadas de máxima aglomeración de turistas, han desplegado un dispositivo para «garantizar la seguridad de los transeúntes», mientras que la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón y la Policía Local de Peñíscola se han distribuido por los diferentes puestos ambulantes, para proceder a la identificación de los vendedores y a la inspección de su mercancía para detectar prendas falsificadas.
La operación Tamán ha finalizado con 13 personas detenidas, tres de ellas por su situación irregular en el país, y con la incautación de 2.000 prendas falsificadas de conocidas marcas, con un valor que se aproxima a los 90.000 euros, a falta del peritaje oficial, y más de 1.500 euros en efectivo usado para cambio. Entre las prendas se han hallado camisetas de equipos de fútbol y baloncesto, polos, cinturones, bolsos y carteras de diferentes marcas muy conocidas.
En la causa se personará un representante de la marca por ser un delito semiprivado, cuya persecución por parte de las autoridades requiere denuncia previa del perjudicado.
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