Imagen de archivo de trabajadores del campo. | UGT FICA

TW
0

Comisiones Obreras de Andalucía (CCOO-A), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Andalucía y la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) han pedido que se tome conciencia social en cuanto a los riegos que corren los trabajadores de padecer situaciones de estrés térmico al exponerse a las altas temperaturas, para así tomar medidas de prevención y evitar estos riesgos que pueden derivar en golpes de calor e incluso en la muerte de trabajadores de determinados sectores.

El secretario de medio ambiente y sostenibilidad de CCOO-A, Emilio Fernández, ha afirmado en declaraciones a Europa Press que «los golpes de calor son las manifestaciones más extremas del estrés térmico», pero realmente lo que hay que prevenir «son las situaciones de estrés térmico derivadas por las altas temperaturas, ya que el factor de riesgo es el calor en sus distintas manifestaciones».

Esta situación de altas temperaturas a la que se unen los esfuerzos físicos continuados de trabajadores de algunos sectores y teniendo en cuenta las circunstancias personales de cada trabajador, puede desembocar en un golpe de calor e incluso en la muerte, pero «las consecuencias de las altas temperaturas pueden ser desde un mareo o nausea hasta la pérdida de conocimiento», ha observado.

Según Fernández, lo que desde CCOO-A se le pide a las empresas es que «reevalúen los riesgos a los que están expuestos los trabajadores por altas temperaturas y que, de este modo, se adopten las medidas preventivas necesarias, ajustándose a lo dice la ley».

Asimismo, Fernández ha señalado que estas medidas preventivas dependen del sector profesional, pero pueden ser muy diversas por lo que desde CCOO-A se propone que a través de los servicios de prevención se evalúen los riesgos, ya que en los últimos años, especialmente el año pasado y este, a raíz de distintas muertes de trabajadores a causa del calor, «existe más conciencia social, sindical, empresarial y también política».

En este sentido, el Gobierno aprobó un decreto en mayo para que «las empresas evalúen los riesgos a los que los trabajadores están sometidos en situaciones de altas temperaturas y adoptar las medidas preventivas necesarias como adaptar los esfuerzos físicos más importantes a la hora de menos calor; establecer pausas; tener medidas de hidratación y de refresco del cuerpo; evitar diferentes bebidas azucaradas y comidas pesadas, y fundamentalmente, adaptar las tareas de más esfuerzos a las horas de menos calor» ha indicado Fernández.

En circunstancias de extremo calor, Fernández ha añadido que «hay que valorar incluso la paralización de los trabajos como una última medida ya que la ley lo permite, puesto que está en riesgo la propia salud de los trabajadores».

Fernández ha finalizado haciendo hincapié en que el cambio climático y las altas temperaturas «son irreversibles, y esto es un problema que ha llegado para quedarse y la misma legislación en sí lo reconoce, con el decreto de mayo», por lo que las empresas «tendrán que tomarse muy en serio la elaboración de riesgos, porque cada vez son más sectores los que están expuestos a las altas temperaturas».

La conciencia social ha aumentado en el sector agrario

Por su parte, el responsable de Frutas y Hortalizas de COAG, Andrés Góngora, ha sostenido en declaraciones a Europa Press que los agricultores ven que «cada vez hay más conciencia social en cuanto al calor que hace unos años».

Góngora ha argumentado que el sector agrario «no está amarrado a un horario comercial y eso les permite modificar las horas de trabajo», por lo que se exige al Ministerio de Trabajo que permita «flexibilizar la jornada laboral en los meses de verano, incluidos junio y septiembre».

De este modo, el representante de COAG ha insistido en que «donde más se hace hincapié es en que el agricultor sea consciente del riesgo, para asegurar la prevención de riesgos laborales, y en su formación», para que de este modo, ante cualquier situación de malestar «se comunique de inmediato».

Por ello, durante la época estival, «fundamentalmente se trabaja solo por las mañanas y en el caso de que se trabaje por las tardes se hace partir de las seis». De este modo, Góngora ha asegurado que, cada vez son más las explotaciones de fincas que están empezando a trabajar de noche, y aunque no se puede generalizar, cada vez se está utilizando con mayor frecuencia la tecnología de luces led para facilitar el trabajo en horarios nocturnos.

Ata apuesta por la sensibilización de los autónomos

El secretario general de ATA, José Luis Perea, ha incidido en que estos riesgos que están padeciendo los trabajadores durante el verano por las altas temperaturas «no discriminan si el trabajador es asalariado o es autónomo» y, por tanto, «le afecta por igual en su condición de persona y de trabajador».

Según ha indicado Perea, «no tiene mucho sentido que se proteja estrictamente a los trabajadores asalariados del estrés térmico y se olvide a los trabajadores autónomos». Aunque, en su opinión, en el ámbito de los autónomos, «más que imposiciones, lo que se debe hacer es ofrecer recomendaciones desde el punto de vista de la sensibilización», es decir, que conozcan cuáles son los riesgos reales que supone trabajar bajo estas temperaturas y que amolden su producción o sus itinerarios de trabajo a los momentos donde «afecta menos el calor».

Para finalizar, Perea ha añadido que de cara a los trabajadores autónomos es necesario «desarrollar una verdadera cultura preventiva desde la sensibilización y la información» de los riegos que supone trabajar en algunos sectores determinados con las altas temperaturas.