Más de 200 personas perdieron la vida en la Comunidad de Madrid en 2022 por reacción aguda al consumo de sustancias psicoactivas, con predomio de la cocaína, aunque en muchos de los casos se detecta el consumo de varias sustancias a la vez.
En concreto, el pasado año se registraron 207 fallecimientos por esta causa en la región, frente a los 203 casos detectados en 2021, lo que supone un aumento del 2% respecto al año precedente. Destaca que en un 17,9% de los casos se encontraron evidencias de suicidio y la principal sustancia psicoactiva ilegal detectada fue la cocaína (45,9%), aunque se muestra un importante patrón ilegal de policonsumo, con una media de 3,2 sustancias por individuo.
Así consta en el informe anual realizado por la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad correspondiente a 2022, sobre las muertes por esta causa con diagnóstico forense y análisis toxicológico positivo para sustancias psicoactivas notificadas por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Madrid.
En cuanto al perfil de los fallecidos, los datos apuntan a un predominio masculino, con un 78,2% de los muertos. La edad media fue de 47,6 años, ligeramente superior a la observada en 2021
(46,8 años), debido, en parte, a que la dependencia de sustancias es una patología crónica, produciéndose un envejecimiento de la cohorte de personas que iniciaron su consumo hace unas décadas.
El 62,3% estaban solteros y aumenta un 10% el número de casos que se producen en domicilio respecto a la tendencia ascendente desde 2019 a 2021 de los registrados en la calle, lo que apunta a un menor marginalidad. En concreto, el 76,2% de los casos el fallecimiento se produjo en el domicilio, seguido de la calle (10,7%), un establecimiento público como hotel, pensión o cárcel (9,8%) y hospitales (2,9%).
En el estudio también destaca un 79,9% de casos con evidencia de consumo reciente de alguna sustancia psicoactiva y siete casos (3,5%) en los que se encontraron signos recientes de venopunción (4 casos en hombres y 3 en mujeres), con una caída de 1,4 puntos respecto al año anterior.
Evidencias de suicidio
Además, en el 17,9% de los fallecidos se encontraron evidencias de suicidio, con predominio de mujeres, con el 23,3%, frente al número de hombres, el 17,3%. Respecto al año previo, supone un descenso de 9,7 puntos (41% en mujeres y 24,4% en hombres). La edad media de estos casos fue mayor en 2022 que en el año previo (47,8 años en 2022 frente 45,6 años en 2021).
Sobre este último punto, la tendencia de los fallecidos con evidencia de suicidio es ascendente hasta el año 2020, donde se alcanza la mayor proporción coincidiendo con la pandemia Covid-19, un 31,4%. A partir del 2020, en cambio, se observa una tendencia descendente y en 2022 se alcanza la proporción más baja de sujetos con evidencia de suicidio desde el año 2011, con el 17,9%.
En el informe también se aprecia la tendencia al policonsumo. En concreto, el 78,7% de los fallecidos habían consumido más de una sustancia, con una media de 3,2, frente a la media de 3 registrada un año antes.
Por grupos de sustancias psicoactivas, destacan los hipnosedantes (51,2%, fundamentalmente benzodiacepinas), seguido de los estimulantes (50,7%, fundamentalmente cocaína), del alcohol (37,7%), cannabis (32,4%) y los opioides (30,9%).
Comparado con 2021, disminuye la proporción de fallecidos con
detección de alcohol, cannabis, opioides y antidepresivos y se estabiliza la detección de estimulantes e hipnosedantes.
La cocaína, principal sustancia
Consideradas de manera individual, la sustancia ilegal detectada con mayor frecuencia en los fallecidos fue la cocaína (95 casos, que representan el 45,9%), detectándose como única sustancia en el 3,9% de los fallecidos.
En este caso, la proporción es simular a la observada en 2021 (45,8%), con una tendencia global descendente en la serie temporal. De hecho, la cocaína es también la principal sustancia ilegal
relacionada con las urgencias hospitalarias por consumo de drogas, observándose un ascenso en las urgencias de 2021 respecto al año anterior.
Por su parte, también destaca la presencia de benzodiacepinas, con un 49,8% frente al 42,4% del año previo, u opioides como la metadona, principal sustitutivo opiáceo en España para el tratamiento de la dependencia a la heroína, con un 15,5%.
En otro 32,4% de los fallecidos se detectó cannabis, con 67 fallecidos, 57 de ellos varones, y 14 casos como única sustancia, unas cifras similares a las de 2021 pero muy superiores a las de años previos.
Por su lado, el 37,7% de los casos se comprobó la presencia de alcohol, lo que supone 3,7 puntos menos que el año anterior). En este último caso, esta sustancia se ha detectado en 2022 en un número menor de casos que en 2021 (78 frente a 84), invirtiendo la tendencia ascendente en el número de casos que se venía observando desde 2019.
En 2022, además, el alcohol ha sido la única sustancia consumida causante del fallecimiento en el 8,6% de los fallecidos (18 casos) frente al 10,8% en 2021 (20 casos).
En líneas generales, en 2022 hubo un descenso respecto a 2021 en la proporción de fallecidos con detección de heroína, cannabis, alcohol y antidepresivos y un aumento en la proporción de fallecidos con detección de benzodiacepinas, antipsicóticos y metadona. La proporción de fallecidos con cocaína en 2022 es similar a la detectada en 2021.
Por grupo de sustancias, con respecto a los últimos cinco años, se registra una tendencia descendente en la detección de alcohol, hipnosedantes, estimulantes, opioides y antidepresivos, y la tendencia ascendente del cannabis y antipsicóticos.
Nuevas sustancias psicoactivas y 'chexmex'
En el estudio también se recogen datos sobre una serie de sustancias de nueva aparición denominadas nuevas sustancias psicoactivas (NSP), que se agrupan en seis grupos o familias de sustancias emergentes (fenetilaminas, triptaminas, piperazinas, catinonas, cannabinoides sintéticos y un grupo heterogéneo denominado «otras sustancias», cuyo mecanismo de acción y efectos dependen de su estructura química).
En este sentido, aparecen en una veintena de casos (9,7%), con seis casos por catinonas estimulantes como 3-MMC, otros tantos por GHB o gammahidroxibutírico (nueva sustancia hipnótica y empatógena) o cinco por alucinógenos como la ketamina (5 casos), entre otros.
En estos casos, las cifras son 2,1 puntos inferiores a las de 2021, cuando estas 'nuevas drogas' representaron el 11,8% de los casos (un total de 18). Tanto la MDMA (éxtasis) como la MDA (droga del amor) se encuentran en los últimos años de forma habitual en los fallecidos.
Igualmente, se han detectado cuatro casos de muertes, el 1,9%, en un contexto de 'chemsex', que se refiere al consumo sexualizado de sustancias, entre hombres gais y bisexuales, otros hombres que tienen sexo con hombres y personas trans y no binarias.
Policonsumo
Respecto al policonsumo, se observa que el 24,6% de los fallecidos había consumido hipnosedantes y estimulantes, el 22,7% hipnosedantes y opiáceos y el 20,8 estimulantes y opiáceos.
En estos casos, se presentan diferencias por sexo y por edad en las sustancias detectadas. Así, las mujeres presentan un mayor porcentaje de antidepresivos, hipnosedantes y opioides y los hombres de estimulantes y cannabis.
Por edades, la detección de alcohol, hipnosedantes y antidepresivos predominan en los mayores de 64 años, los estimulantes en los de 35-44 años, los opioides en el grupo de 35 a 54 años y el cannabis, en los menores de 35 años.
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