Familias en situación de desempleo, jóvenes y de origen extranjero son el perfil de solicitantes de los tres Centros de Educación Infantil de la Asociación Valenciana de Caridad. Durante los meses de preinscripción, Casa Caridad ha recibido más de 155 solicitudes para matricular a niños y niñas en riesgo de exclusión social.
La ONG ha destacado el aumento de progenitores jóvenes y en situación de desempleo ya que el 25 por ciento no cuenta con ingresos y el 18% de los casos solo cuenta con una única fuente de ingresos que proviene de trabajos esporádicos, sin contrato y dentro de la economía sumergida, según ha informado la entidad en un comunicado.
Casa Caridad abre, un septiembre más, las puertas de sus tres escuelas infantiles ubicadas en los barrios de Petxina y Benicalap y, en la localidad de Torrent, donde ofrecen una educación gratuita para 148 niños y niñas en riesgo de exclusión social.
«En Casa Caridad ofrecemos este servicio para las familias en situación o riesgo de exclusión social para darles la posibilidad de conciliar vida laboral y familiar o estar activos en la búsqueda de empleo y en la realización de cursos formativos. Por este motivo, desde el primer momento todos los servicios que ofrecemos son totalmente gratuitos e incluyen comedor, uniformes, material escolar, actividades extraescolares y complementarias y escuela de verano, además de una atención completa para los padres y madres a través del Programa Escuela Familia», ha explicado el presidente de la entidad, Luis Miralles.
La asociación resalta que la problemática del desempleo afecta principalmente a las madres, ya que el 80% están desempleadas, el 16% tiene trabajos precarios y en economía sumergida, y el 4% trabaja en empleos esporádicos sin contrato de trabajo.
Durante el año 2022, Casa Caridad registró un crecimiento de la feminización de la pobreza que se tradujo en un aumento del número de mujeres y niñas atendidas en los distintos servicios de la ONG, que llegó a registrar, a final de año, más de 2.170 atenciones a mujeres y niñas. Asimismo, el 14% de las mujeres entrevistadas es víctima de violencia de género.
Viviendas compartidas
Todos estos datos se agravan con el aumento de los precios de los alimentos, los servicios y los alquileres, que provocan que las familias en situación de vulnerabilidad se vean más afectadas. De hecho, de las solicitudes recibidas la asociación ha detectado un aumento del 16% de las familias que residen con sus hijos e hijas en viviendas que comparten con familiares o amigos y amigas. Además, el 39% de las familias entrevistadas vive en pisos de alquiler, y el 21% tiene deudas en el pago de estos y de los servicios.
25 nacionalidades
Casa Caridad ha recibido solicitudes de familias de 25 nacionalidades distintas entre las que predominan Colombia, Honduras, Marruecos y Nigeria. En concreto, el 87% de los progenitores que han solicitado plaza para sus hijos e hijas en las escuelas infantiles son de origen extranjero, frente al 13% que son españolas, en su mayoría valencianas.
La dificultad de llegar a un nuevo país provoca que más del 60% de las familias no cuenten con redes familiares de apoyo, un hecho que limita que la mayoría de ellas a la hora de buscar trabajo y recuperar la estabilidad.
Los tres Centros de Educación Infantil de Casa Caridad están destinados a niños y niñas de uno a tres años en situación o riesgo de exclusión social. Durante el curso escolar, los profesionales de la asociación trabajan para ofrecer una educación en igualdad de condiciones atendiendo a todo tipo de familias y realizando una intervención social completa y personalizada.
La escolarización incluye de manera gratuita el servicio de comedor, material escolar, uniformes, actividades complementarias y extraescolares, escuela de verano, y programas y talleres destinados a los padres y madres del alumnado. Durante 2022, Casa Caridad atendió a 915 personas entre beneficiarios directos e indirectos (alumnado y sus familias).
Programa escuela-familia
La educación que ofrece la asociación también implica a las familias. En este sentido, Pablo Yániz, responsable de Trabajo Social de las Escuelas Infantiles, ha explicado que creen que los padres y madres «son los principales agentes del cambio en la vida de los niños, y por ello, trabajamos de forma coordinada entre el equipo de profesionales, voluntariado y personas usuarias, para fomentar la educación en valores y fortalecer la convivencia en el hogar».
Durante el curso escolar realizan una atención «centrada en las necesidades de los padres y madres, y trabajando a través del área de intervención social y del área formativa con la Escuela de Padres y Madres».
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