Lo ha avanzado este martes durante su discurso en el solemne acto académico de apertura del curso 2023-2024 de las universidades de Madrid, celebrado en el Paraninfo de la Politécnica.
Así, la dirigente madrileña ha indicado que este curso afrontan el «gran reto» de elaborar la ley regional, con el objetivo de facilitar «a las universidades madrileñas los instrumentos para seguir promoviendo la excelencia docente e investigadora» pese a la «pésima» LOSU.
Ayuso ha denunciado que esta normativa plantea, «entre otros problemas», «un tremendo impacto económico» que, según han cifrado las universidades públicas, será de «más de 100 millones euros» sin que se haya ofrecido «planificación, respaldo financiero o memoria económica».
«Por nuestra parte vamos a trabajar para que la ley regional presente un nuevo modelo de financiación plurianual revisable y que ofrezca una financiación básica adecuada a las necesidades de cada universidad. Un modelo de financiación que invierta en sabiduría y en talento, pero que, además, no deje de impulsar la universidad como motor de innovación y de progreso en estrecha relación con su entorno social, económico y productivo», ha subrayado.
Asimismo, le jefa del Ejecutivo madrileño ha hecho hincapié en que la LOSU también obliga «a modificar la contratación del personal laboral de las universidades» y ha incidido en que, frente a esto, su objetivo es «velar por un marco legal y seguro de contratación que contribuya a satisfacer las necesidades docentes de una educación superior de altísima calidad».
Y es que considera que «lejos de responder a los retos actuales que tiene la Universidad, lo que hace la ley nacional es allanar el camino a la politización de los campus». Según ha expuesto, es con tal fin con el que «se elimina el requisito de ser catedrático para poder optar al cargo de rector y se premia con créditos de la pertenencia a cualquier asociación» con lo que se «erosiona gravemente la imprescindible neutralidad ideológica de los claustros».
«También en este ámbito Madrid va a defender la libertad y la excelencia y lo vamos a hacer mediante la elaboración de esa ley autonómica, para lo que vamos a pedir el trabajo conjunto con la Universidad madrileña, porque sin ella es imposible hacerlo bien», ha remarcado.
Más presupuesto para becas
Ayuso ha defendido que, en el ejercicio de sus competencias, desde la Comunidad de Madrid van a dotar a las universidades «de las herramientas para seguir siendo libres, plurales, excelentes» y para que cuenten «con la máxima proyección internacional». En este sentido , ha desgranado que van «a trabajar para favorecer esa presencia internacional», para lo que incrementarán la cuantía de las ayudas de movilidad Erasmus+.
Asimismo, según ha desgranado, «para avanzar en igualdad de oportunidades», duplicarán «el presupuesto de las becas socioeconómicas, de manera que nadie con voluntad y capacidad de cursar estudios superiores tenga que dejar de hacerlo por razones económicas». En este punto, ha recordado que la Comunidad «a diferencia de otras» autonomías cubre «la segunda matrícula».
Además, ha avanzado que van a «realizar por primera vez una convocatoria de excelencia» para jóvenes deportistas universitarios y ha trasladado su apoyo a las universidades para «impulsar» el español, un patrimonio que comparten «casi 600 millones de personas por todo el mundo» y que se ha de «aprovechar y honrar más y mejor».
«Tenemos que proponernos el objetivo de estar a la altura de este legado y seguir cultivando ese poderoso vínculo histórico, social y cultural que nos regala nuestra lengua común y nuestras raíces compartidas», ha subrayado.
El rector también crítica la losu y reclama financiación
Por su parte, el rector de la Universidad Politécnica de Madrid, Guillermo Cisneros, quien también ha intervenido en el acto, ha coincidido en criticar la LOSU porque, junto con «la nueva regulación» que han ido aprobando otros ministerios, impone a las universidades, especialmente a las públicas, «una serie de obligaciones» a las que difícilmente van «a poder hacer frente de manera inmediata».
«Espero que se vayan clarificando de alguna forma en los reglamentos que desarrollen esta Ley Orgánica. Tenemos que analizar en detalle lo que esas nuevas obligaciones y sus costes asociados, directos algunos, ocultos otros que vamos descubriendo», ha indicado. Como ejemplo, ha puesto el sistema de gestión de prácticas, ya que su regulación y sus costes «van a dificultar, o incluso impedir, que estas prácticas se realicen en la Administración pública».
A su parecer, la nueva ley debería haberse aprovechado «para definir el concepto de servicio público universitario» así como para «clarificar el encaje de las universidades públicas en el sector público institucional». «Esta indefinición de la LOSU deja un vacío enorme, necesario de cubrir jurídicamente y que podría ser una oportunidad para redactar en los primeros artículos de la Ley de Universidades de la Comunidad de Madrid», ha señalado.
También ha hecho hincapié en que las universidades quieren colaborar «en el ecosistema que necesitan las empresas para radicarse y crear empleo» en la autonomía pero ha apuntado que les falta «un marco presupuestario» que les permita afrontar «estrategias de desarrollo a medio plazo» así como para planificar las inversiones que necesitan.
En este sentido, ha reclamado «un marco presupuestario y un modelo de financiación plurianual y sostenible, que en algunas otras comunidades ya han aprobado», que les permitiría multiplicar su contribución para «situar a la Comunidad de Madrid como verdadero e indiscutible referente nacional e internacional en talento e innovación para beneficio de la sociedad».
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