La Comisión de Presidencia, Seguridad y Régimen Interior de Barcelona de este miércoles ha aprobado establecer un «cordón democrático en contra de formaciones de extremaderecha» por la entrada de Vox en el Ayuntamiento tras las últimas elecciones municipales.
La proposición de BComú (aprobada por BComú, ERC, Junts y PSC, con el rechazo de PP y Vox) emplaza al resto de grupos a «llegar a un consenso que, más allá de colores políticos, de prioridad a los valores democráticos, como se hizo en el Parlament».
En concreto, el texto presentado por la concejal Jess González insta a los grupos a crear un grupo de trabajo que redacte «un pacto para un ayuntamiento comprometido con la democracia, los derechos y la diversidad ante la amenaza que implica la entrada de la extrema derecha en las instituciones».
Quieren que este pacto se presente en el pleno de octubre y así «mostrar el compromiso con una ciudad y un país plenamente democráticos», además de apoyar al tejido asociativo y vecinal incluyendo en los espacios de seguimiento de este pacto a la sociedad civil.
"una reflexión profunda"
Para la concejal de Junts Victòria Alsina, «la irrupción de la extrema derecha y su discurso en el consistorio merece una reflexión profunda», mientras que la teniente de alcalde socialista Maria Eugènia Gay ha defendido el impulso del pacto de ciudad para la defensa de los derechos humanos.
Elisenda Alamany (ERC) ha dicho que «de acuerdo con los grupos de trabajo, pero no será suficiente, y la coherencia se debe aguantar siempre: cuando nos va a la contra y cuando nos permite llegar a la alcaldía también», en referencia al que fue líder de BCN pel Canvi en el anterior mandato, el exprimer ministro francés Manuel Valls.
"discurso de odio es esta porquería"
«Discurso de oro es esta porquería de propuesta que han hecho. Es una vergüenza que una institución democrática se propugne hacer un cordón antidemocrático, a nosotros y a cualquiera», ha criticado el líder de Vox en el Ayuntamiento, Gonzalo de Oro Pulido.
El líder del PP en el consistorio, Daniel Sirera, ha considerado la proposición «profundamente ofensiva para los barceloneses que decidieron votar» a Vox, y ha acusado textualmente a los comuns de instalar cordones sanitarios.
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