La sociedad Parque Eólico Montañés y la constructora Elecnor, promotoras del proyecto de instalación de una central eólica en el entorno del Barranco del Montañés, en los Montes de Torrero, han comenzado la semana pasada las obras en esa zona, pese a que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) no se ha pronunciado todavía sobre el recurso contencioso administrativo que interpuso ANSAR con el apoyo de Amigos de la Tierra Aragón, Ecologistas en Acción y la AVV Montes de Torrero-Venecia.
Las entidades denunciantes han calificado este comienzo de las obras como «política ventajista de hechos consumados», y han anunciado que solicitarán al TSJA la paralización cautelar de las obras, y llamarán a la ciudadanía de Zaragoza a «movilizarse frente a este atropello medioambiental y este intento de burlar a la justicia».
Estas entidades recurrieron a los tribunales tras agotar la vía administrativa, contra la autorización favorable para su construcción por parte del Departamento de Industria del Gobierno de Aragón y tras la resolución favorable del estudio de impacto ambiental del Inaga, "hoy día cuestionado por supuestas irregularidades denunciadas
por sus propios trabajadores", han indicado las entidades ecologistas en una nota de prensa.
Dichas asociaciones han asegurado que han podido comprobar la «falta de rigor» de dicha autorización al comprobar que en la zona donde se quiere ubicar dicho parque eólico, había varios territorios de alondra ricotí conocida como rocín en Aragón y es una zona importante de invernada de milano real, siendo que ambas especies se encuentran catalogadas legalmente en peligro de extinción.
La instalación de este parque eólico «hará desaparecer» la alondra de ricotí, como está constatado científicamente, ya que la principal y mayor amenaza para la especie es la artificialización y pérdida y
fragmentación de su hábitat. «Esto --han avisado-- es lo que ya ha comenzado con las obras del parque eólico Montañés y el beneplácito del Gobierno de Aragón. Pero no sólo eso, el parque eólico destruirá un paisaje especialmente querido como es el entorno del Cabezo las Zorras y el barranco del Montañés».
"arrasar"
El Tribunal superior de Justicia de Aragón admitió a trámite el recurso contencioso administrativo por lo que, por precaución, habría que esperar a la sentencia judicial, han estimado las entidades medioambientalistas.
«La justicia es lenta y el promotor del parque eólico, la sociedad Parque Eólico Montañés --a la que Solvento transfirió los derechos de este proyecto-- y la constructora Elecnor, no han querido esperar más y han comenzado las obras».
Esto conlleva un «grave problema», porque sin tener una sentencia favorable «se arriesgan» a que el juez desestime dicha autorización y obligue a la empresa a restituir lo que «va a arrasar ahora mismo».
Estas entidades medioambientalistas han recordado que se trata de un hábitat prioritario según la Directiva Hábitats y amenaza a especies en peligro de extinción como el milano real y a especies de aves esteparias en retroceso como la alondra ricotí.
«No se entiende --han indicado-- cómo el Inaga da por bueno el estudio de impacto ambiental para el parque eólico Montañés aun sabiendo del peligro de destruir el hábitat y hacer desaparecer un nuevo núcleo de una especie en peligro de extinción como es el rocín, además de causar una alta mortalidad de aves rapaces y murciélagos, como es habitual en estas instalaciones».
Esta pequeña alondra al encontrarse dentro del catálogo de especies amenazadas debería de tener un plan de recuperación según marca la ley para evitar su desaparición, pero han pasado 25 años y «todavía el Gobierno de Aragón no lo ha hecho, al igual que otras muchas aves esteparias».
Daños irreversibles
Por ello, se han preguntado «hasta cuándo va a esperar» y si esa espera será «hasta que todas las zonas donde habitan estas aves amenazadas estén llenas de parques eólicos y fotovoltaicos».
La instalación de un parque eólico lleva consigo daños «irreversibles» en los territorios donde se instalan, cambios morfológicos en el terreno que acarrean la desaparición de especies por la alteración de su hábitat y por la muerte directa causada por la colisión entre las palas de los aerogeneradores, más la siniestralidad por colisión también con la línea eléctrica, han descrito.
Esto viene a demostrar que a estas empresas «lo que menos les importa es el medio ambiente», por mucho que «quieran maquillarlo» como «energías verdes», «limpias» y «sostenibles», «nada más lejos de la realidad», han lamentado.
"No les importa poner en peligro a especies amenazadas, pero lo que es más grave es que sea el propio Gobierno de Aragón, quien
debería proteger a nuestra rica biodiversidad, autorice parques eólicos y fotovoltaicos en lugares donde se refugian las últimas poblaciones de aves esteparias y en peligro y que conllevará irremediablemente a su desaparición como se está constatando en los
parques ya en funcionamiento".
Los datos por mortalidad directa que causan los aerogeneradores, según fuentes oficiales del Gobierno de Aragón, revelan que en el año 2021 se hallaron 2.560 bajas y en el año 2022 otras 1.920 bajas entre aves y murciélagos. Todos los estudios reflejan que la mortalidad es mucho más elevada, pues muchos de los animales que mueren son depredados por otros animales sin que nadie tenga constancia de su muerte. A ello se suma la extinción local provocada por la ocupación y transformación del territorio, han criticado.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.