Archivo - Ciudad de la Justicia de València | Rober Solsona - Europa Press - Archivo

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La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a penas de entre dos y cuatro años y medio de cárcel a cuatro miembros de una banda especializada por varios robos de cable de cobre de las instalaciones de electrificación de la línea férrea que une Barcelona y Valencia.

La Sala les considera a todos ellos autores de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en concurso con un delito de integración de grupo criminal.

La sentencia impone al principal acusado cuatro años y medio de prisión, mientras que a otros dos les condena a cuatro años y al cuarto a dos años de cárcel, según la apreciación, en cada caso, de atenuantes de drogadicción y alteración psíquica. El tribunal absuelve en cambio a una mujer, esposa de uno de los anteriores, al no quedar demostrada su participación a título de cómplice en los hechos.

El fallo judicial no es firme y puede recurrirse ante la sala de Apelaciones del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Según se recoge en la resolución, los robos se produjeron entre enero y julio de 2022, cuando los condenados se centraron en las provincias de Valencia, Castellón y Tarragona, aunque también actuaron en Barcelona o Lleida.

La banda seguía el mismo método para obtener el cobre de las instalaciones ferroviarias. En primer lugar, cortaban el suministro eléctrico con la intención de inutilizar el sistema de alarma de las estaciones o subestaciones eléctricas. A continuación, cortaban el cable de las cimas de los postes y, una vez en el suelo, lo seccionaban, lo extraían de las vías, lo cargaban y se lo llevaban rápidamente para venderlo de forma inmediata en chatarrerías a precio de desguace.

Para acceder a la zona de la línea ferroviaria, cerrada con un vallado metálico de dos metros de altura, los condenados usaban una cizalla con la que abrían el cercado para poder sacar el material sustraído.

Asimismo, para entrar en los recintos cerrados de las subestaciones eléctricas, punto clave para los robos, trepaban los muros, algunos de ellos de hasta tres metros de altura, y forzaban las cerraduras de las puertas o de las cajas de motores.

Los condenados, que tenían su residencia fijada en diferentes puntos de Cataluña, robaron cable de cobre en subestaciones de Sagunto, Alcanar-Vinaròs y Torreblanca, correspondientes a la línea Valencia Norte-Tarragona.

También actuaron en otras cinco subestaciones de la línea convencional Barcelona-Madrid, localizadas en las provincias de Tarragona y Lleida. Además, la semana antes de ser detenidos, lo intentaron en tres puntos más de la línea de cercanías de Barcelona.

En total, robaron 8.736 metros de cable que, a partir del cómputo que hace el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), están valorados en 253.347 euros. Esa cuantía, junto a los 108.500 euros en los que se ha valorado la mano de obra de reposición del material sustraído, eleva la suma total de los años causados en 363.300 euros.

Estas actuaciones afectaron al sistema de seguridad en las vías y por tanto a la circulación de trenes. Los penados deberán hacer frente ahora a la responsabilidad civil derivada de esos daños de forma conjunta y solidaria, como recoge la sentencia.