Calle Rodríguez Arias de Bilbao. | AYUNTAMIENTO DE BILBAO

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El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, espera que los comerciantes se beneficien de la renovada calle Rodríguez Arias, tras haber «sufrido» con la obra de remodelación de esta vía bilbaína con la que se busca generar «un corredor» comercial.

El Ayuntamiento de Bilbao ha finalizado la primera fase de las obras con las que pretende abordar la transformación integral de la calle Rodríguez Arias. Unos trabajos con los que va a dotar a la vía de una «renovada imagen urbana, moderna y elegante, con la intención de potenciarla como corredor comercial entre Abando e Indautxu, complementario a Gran Vía».

Para ver el resultado de los trabajos, hasta la calle se ha acercado esta mañana el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, acompañado por los concejales de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, Asier Abaunza, y Obras Públicas y Servicios, Kepa Odriozola, así como por otros miembros de la corporación municipal.

El objetivo, ha explicado Aburto durante su visita a la obra, no es otro que el de crear un nuevo espacio urbano «de calidad, donde poder pasear, conversar, descansar y disfrutar de la experiencia del escaparate, siempre en equilibrio y respeto con la vida de los vecinos del entorno».

Si bien se ha diseñado la vía entera en aras a la coherencia del proyecto, en esta primera fase se han acometido los trabajos de urbanización en el tramo que discurre entre Alameda Recalde y la Plaza Campuzano, así como las conexiones con sus calles perpendiculares, esto es, las confluencias con Iparraguirre y Máximo Aguirre -esta última hasta Doctor Achúcarro-. En total, 6.000 metros cuadrados de superficie del ámbito.

En todo el ámbito de esta primera fase se ha ampliado el ancho de las aceras hasta los 4,5 metros y se han generado nuevos espacios estanciales. En consecuencia, se han ganado casi 1.000 metros cuadrados de espacio destinado a uso peatonal, pasando de los 3.040 previos a los 3.957 de la nueva situación.

Se ha generado, además, una plataforma única, levantando el vial y colocándolo a la misma cota que la acera, lo que podría posibilitar el cierre de la calle al tráfico rodado -salvo garajes- en ocasiones concretas y puntuales, como campañas especiales o rebajas.

Para lograr una imagen de la calle «elegante y moderna» y que ésta se extienda tanto al pavimento como al mobiliario urbano y al alumbrado, se han elegido materiales nobles como el granito (en el pavimento), la madera, el hierro fundido y la piedra (en el mobiliario), así como unos elementos de alumbrado vanguardistas.

El pavimento de granito se ha elegido en tres tonalidades, gris claro y oscuro y rosa, y esta mezcla cromática ha permitido crear un juego de ondas que han definido las distintas zonas que se suceden en la acera.

En cuanto al arbolado, dos han sido las especies elegidas, una verde de tamaño medio para las aceras, el arce, y otra de tonos rojizos para los cruces de calles, el árbol de Jupiter.

Respecto al mobiliario urbano, se ha optado por uno de corte clásico y adaptado a la Ley de Accesibilidad de la Comunidad Autónoma Vasca. Varía ligeramente en los cruces, donde se han habilitado jardineras en acero corten algunas de las cuales incorporan banco, lo que contribuye a dotar de un carácter semi-estancial a estos espacios.

Los alcorques van a juego con las jardineras y los bancos tienen estructura de fundición y acabado en madera de elondo. Se alternan dos tamaños de banco (de 1,80 metros y de 55 centímetros de longitud, respectivamente), presentándose en diferentes combinaciones a lo largo de la calle.

El alumbrado, por su parte, se ha adecuado también, a la nueva estética. Así, en fachada se ha eliminado en su totalidad, y las luminarias se han bajado a suelo.

Se ha diseñado un alumbrado elegante y funcional para las zonas de acera y vial. Para ello se ha elegido un modelo nuevo en Bilbao, que aportará personalidad y singularidad a Rodríguez Arias.

Esta fase de la obra ha contado con un presupuesto de 2.081.323,36 euros (sin IVA), de los cuales 619.835 euros proceden de subvención europea dentro de la Convocatoria de Ayudas para el Fortalecimiento de la Actividad Comercial en Zonas Turísticas.

Espacio para los peatones

El alcalde ha señalado que se han quitado aparcamientos pero «se ha ganado espacio para la ciudadanía, para los peatones, y se ha generado una zona mucho más amable para el comercio».

«Sabemos que el comercio ha sufrido durante el desarrollo de la obra, pero ahora lo que esperamos es el comercio de toda la vida, esas tiendas de siempre, puedan beneficiarse de una calle que es mucho más amable», ha reiterado, para asegurar que se trata de una obra que «amabiliza a la ciudad y a la que hay que darle continuidad».