Un Juzgado de Requena (Valencia) ha condenado a un conductor novel de 19 años por provocar un accidente en una concentración nocturna de coches no autorizada ocurrida el 14 de octubre en el polígono industrial de Cheste (Valencia). El joven conducía un vehículo que sufrió un siniestro que se saldó con dos amigos suyos heridos leves, un hecho por lo que fue investigado y finalmente juzgado.
Según ha informado el instituto armado en un comunicado, el Sector de Tráfico de la Guardia Civil de la Comunitat Valenciana estableció para el puente festivo del 12 de octubre un operativo especial para detectar y evitar concentraciones no autorizadas de vehículos en vías de acceso a distintos polígonos industriales de la provincia de Valencia, en las que en ocasiones se llevan a cabo conducciones arriesgadas y peligrosas.
A través de las redes sociales, el Grupo de Investigación y Análisis -G.I.A.T.- de Tráfico tuvo conocimiento de que en la madrugada del sábado 14 de octubre se había celebrado una de estas concentraciones en el polígono industrial de Cheste, que finalmente fue disuelta por la presencia de varias patrullas policiales.
En uno de los videos publicados se observó que un turismo de color blanco accedía a una rotonda a «alta velocidad», que el conductor realizó un derrape, perdió el control del vehículo, se salió de la vía por la derecha y chocó contra el bordillo, lo que provocó que el vehículo iniciara una maniobra de vuelco que no se llegó a completar y que saltaran los airbags.
A continuación, el conductor y los pasajeros descendieron del vehículo, todos ellos hombres jóvenes y dos con heridas leves. Los investigadores identifican y localizaron el pasado 16 de octubre al presunto autor, un joven de 19 años, conductor novel, que fue puesto a disposición judicial como investigado.
En el momento del accidente iba acompañado de cuatro amigos de su misma edad, de los que dos resultaron con heridas leves. Las diligencias instruidas fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción número 3 de Requena, donde se celebró este jueves un juicio rápido en el que el conductor resultó condenado, según la Guardia Civil.
El Código Penal establece para este delito penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años.
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