Archivo - Centenares de personas caminan por las Ramblas, a 4 de agosto de 2022, en Barcelona, Cataluña (España). | David Zorrakino - Europa Press - Archivo

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El presidente de la asociación Amics de la Rambla de Barcelona, Fermin Villar, ha insistido en potenciar el «eje cultural» del paseo coincidiendo con su reforma, para la que el Ayuntamiento ha avanzado el calendario para finalizarla en enero de 2027 y reducir las obras a 32 meses.

En una entrevista de Europa Press, Villar ha celebrado que el consistorio haya aprobado el plan para avanzar la reforma, al ser una petición para la que la asociación lleva años insistiendo, y ha afirmado que se sienten «ilusionados», aunque a la expectativa.

En ese sentido, ha dicho que siguen pendientes de la reforma y que, aunque retiraron el contador que colocaron en La Rambla con los días de retraso, lo han guardado porque «sigue contando».

Villar ha agradecido que con el anuncio de la modificación del calendario se muestre la intención de potenciarla como eje cutural: «A menudo, la propia gente de La Rambla no es consciente de la potencia cultural que tiene», y ha puesto como ejemplo el Gran Teatre del Liceu, el teatro Poliorama, el Museu de Cera y las golondrinas.

Ha reivindicado «la gran centralidad» de La Rambla y ha explicado que han constatado avances en la reforma en los últimos meses, lo que no atribuye al cambio de gobierno municipal, pero sí al cambio de estrategia de obras y por consecuencia de su calendario.

Aun así, ha lamentado haber visto «pocos» cambios en el mantenimiento de todo el paseo, que avisa que sufre más desgaste que otras zonas al ser una calle muy turística, y que este mantenimiento se lleve a cabo bajo la iniciativa de la asociación, que traslada un informe anual de carencias del paseo.

Medidas para el espacio público

En su exigencia de que La Rambla sea un eje cultural, Villar pide que venga acompañado de un plan para renovar las paradas de flores (cuando la obra llegue a esta alzada) y medidas como el 'Pla Endreça', que lo ve como «un primer paso necesario» para controlar el espacio público, sobre todo las ilegalidades, apunta.

En ese sentido, ha insistido en la necesidad de tener un «turismo de calidad», ya que considera que la actividad turística ha empeorado en los últimos años, lo que cree que provoca que los barceloneses no quieran visitar La Rambla.

Tasa turística y terrazas

Respecto a la tasa turística para cruceros de corta estancia y pisos turísticos que plantea el Gobierno de Jaume Collboni en las ordenanzas fiscales, ha opinado que debe ser progresiva, «no una tasa fija», y cree que, con esta propuesta, el actual gobierno municipal quiere continuar con el discurso político de su anterior socio, los comuns.

Coincidiendo con la semana en la que el gobierno municipal y el Gremi de Restauració han llegado a un acuerdo para la tasa de terrazas, Villar ha criticado que hay locales de La Rambla que tienen el doble aforo exterior que interior, lo que ha tildado de inaceptable: «Lo que se alquila son locales y se negocia con locales privados, no con terrazas públicas, y está pasando a la inversa».

«Hemos vivido muchas incomodidades por la falta de gestión y en eso el gobierno de Colau es responsable por el descontrol de las terrazas de La Rambla en 2022», ante las que la asociación pidió inspecciones informativas.

"todo empieza en la rambla"

Con todo, el presidente de la asociación ha remarcado que «todo empieza en La Rambla», en referencia a que tanto las dinámicas negativas como las positivas pueden terminar extendiéndose a otras zonas como la Rambla de Catalunya, el Raval, el Gòtic y el Eixample.

También ha pedido «no criminalizar los pisos turísticos legales» y ha insistido en actuar en pisos vacíos del paseo, una petición que la Amics de la Rambla ya hizo al anterior gobierno municipal y ha lamentado que no se llevo a cabo.

Antiguas pajarerías

Preguntado por la situación de las antiguas pajarerías de La Rambla, después de que el Parlament rechazara la iniciativa popular para que fueran declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de Catalunya por la Unesco y dado el conflicto con el Ayuntamiento por la retirada de las concesiones, ha valorado que «es un conflicto que tiene el Ayuntamiento mal resuelto con ellos».

Ha defendido que las antiguas pajarerías «no han hecho nada ilegal» porque quién es propietario del espacio es el Ayuntamiento, a quien atribuye una gestión nefasta --ha dicho textualmente-- de la situación.