Feijóo ha participado en Bilbao como ponente en el XXVI Congreso Nacional de la Empresa familiar y, en su intervención, ha insistido en que el Gobierno debe aprender de los empresarios, «de cómo gestionan y de cómo se comprometen con España» porque «le iría mejor al conjunto de la sociedad española».
El presidente del PP ha asegurado que «a España no le está yendo bien», en lo que se refiere al incremento de precios, a la renta per cápita, niveles de pobreza, a las subidas de hipotecas, y al aumento como «nunca» de impuestos. «Si algo sobra en España es el triunfalismo económico oficial», ha advertido.
De hecho, ha resaltado que el índice de confianza empresarial «se ha desplomado». «Cuando tenemos el doble de paro de la UE, somos el primer país en paro juvenil y el segundo país en paro femenino, no creo que eso pueda presentar un cartel en el que nos sintamos orgullosos», ha dicho.
Dice que los españoles viven peor en 2023 que en 2018
Feijóo ha señalado que, por contra, el empleo público crece el triple que el privado (un 20% frente a un 7%). Además, ha insistido en que España es el país en el que más ha aumentado la presión fiscal desde la pandemia, nueve puntos sobre la UE. «Han subido 40 figuras tributarias», ha criticado.
Según ha subrayado, la conclusión es que «la mayoría de los españoles viven peor en 2023 que en 2018, y esto también se está viviendo aquí en el País Vasco».
En este sentido, ha subrayado que, desde el 2018 al 2022, el PIB creció «poco más de un tercio de lo que creció la media nacional», siendo España «el cuarto país por la cola en recuperación del PIB prepandemia».
También en el País Vasco ha dicho que se crea menos empleo que a nivel estatal. Por ello, cree que «ni a España ni al conjunto de las comunidades, y en concreto a Euskadi», las actuales políticas económicas «le vayan bien».
Feijóo ha lamentado que «ninguna de estas cuestiones parecen preocupar», y ha vuelto a reprobar que el Ejecutivo, al contrario de las empresas, dedique sus «esfuerzos a los enfrentamientos» internos, a «pelear por los puestos directivos o a tomar decisiones que van contra el código ético y sus estatutos».
AMNISTÍA Y AUTODETERMINACIÓN
En su opinión, ahora se habla «poco de garantizar las oportunidades entre los ciudadanos y se habla todos los días de una tal amnistía». «En vez de hablar de generación de empleo y de rebajas fiscales, se está hablando de la autodeterminación. En vez de hablar de la presidencia española del Consejo o de los Fondos Europeos, estamos hablando de a ver si nos ponemos de acuerdo para después de las elecciones formar un Gobierno en el que los resultados electorales no sean determinantes», ha remarcado.
En este sentido, ha asegurado que siempre ha pensado que «es indigno que los políticos piensen más en sí mismos que en los ciudadanos a los que sirven». «Un político cuando cede a una condición que le pone otro político, no está sirviendo con carácter general a los ciudadanos», ha dicho.
Frente a ello, ha asegurado que el compromiso social de su partido es trabajar por la recuperación de la economía española, mejorar la competitividad y «hablar de las cosas, no de los problemas que una minoría quiere imponer a una mayoría».
«Cuando el 94% de la gente, el 23 de julio, votó a determinados partidos políticos y tan solo el 6% votó a partidos que no tienen un planteamiento nacional, no tiene sentido que ese 6% imponga su voluntad», ha aseverado.
EL CAPITAL HUMANO
Para el presidente del PP, es un «acierto» que este Congreso «gire sobre las personas y el talento», porque las empresas «no buscan a los mediocres», sino a los mejores porque en eso les va la propia viabilidad de la compañía".
A su juicio, los atributos de los mejores se deben exigir en cualquier organización pública y privada para seleccionar personal. «Creo que a ninguno de ustedes se les ocurriría fichar a gente sin experiencia, con una escasa formación, ni a gente para cumplir cuotas establecidas entre los socios de la empresa», ha añadido, para apuntar que en la política, en general, y en el Gobierno, en particular, se debería «copiar esta forma de actuar».
Feijóo ha asegurado que el PP considera que su «objeto social es España» y, para que un país sea atractivo, debe generarse confianza y dar prioridad «al talento, a la captación de patrimonios y de inversión».
«Si no hay equilibrio presupuestario, si los gastos no coinciden con los ingresos, alguien lo pagará. Y no lo pagará el que gasta, sino el que viene, porque el que gasta ya se habrá ido», ha indicado, para citar la deuda pública que se acerca a 1,6 billones de euros.
El líder del PP ha subrayado que España «tiene un problema», porque es «el tercer país que más ha incrementado la deuda pública desde 2018». «Un 110% de deuda es una deuda pública inasumible», ha incidido.
REFORMAS ESTRUCTURALES
También ha apostado por abordar reformas estructurales, que «se aparcan siempre con un gobierno débil porque tus socios no las van a apoyar». «Y si tus socios no la apoyan y no las haces, cada día tendrás un problema adicional», ha avisado.
Tras subrayar que España es «un país que sigue siendo un gran proveedor agroalimentario de Europa», ha advertido que, si se tienen «problemas gravísimos de agua», y están en cuestión «las capacidades estratégicas en la industria agroalimentaria», no se presta «un buen servicio». «Esa es una reforma estructural», ha dicho.
En cuanto al turismo, que considera «clave», ha explicado que «necesita un PERTE específico y potente». También se ha referido a la política energética, con un precio de la electricidad en España «un 21% más caro que la media de la UE». «En este país se utiliza mucho más la ideología que la tecnología», ha criticado.
En cuarto lugar, ha abogado por la innovación y la digitalización, empezando por la escuela, que sería el quinto pilar: la educación, «la mejor inversión del futuro de un país».
IDIOMAS AUTONÓMICOS
En este punto, ha aludido a «las grandes discusiones» que se producen «entre los idiomas autonómicos y el idioma oficial». «Probablemente, si las tuviésemos sobre si sabemos o no sabemos inglés, sería un gran avance», ha señalado.
También ha reclamado el fomento de una política industrial porque, «cuando un país solamente cree en los servicios, se equivoca». «Si no conseguimos que la industria sea aproximadamente el 20% del PIB, nos iremos empobreciendo», ha manifestado.
Feijóo ha apostado, en definitiva por «una sociedad y un futuro con empresas potentes, arraigadas, internacionales, competitivas», porque, de lo contrario, España se «convertirá un parque temático donde enseñar a los turistas lo que fue en el pasado».
A su juicio, las empresas familiares son «determinantes en la sociedad española». «Parece ser que aquí gana el que tiene más votos. Me interesa ese tipo de votaciones. Me voy a pasar al Instituto de la Empresa Familiar en las próximas fechas», ha ironizado.
Además, cree que España tiene «una condiciones fantásticas» para ser uno de «los grandes países amables para hacer negocios». «Si tiene un marco regulatorio claro, si hay una estabilidad en las instituciones, lo conseguiremos. Y para hacer un país atractivo para emprender, es necesario impuestos contenidos porque recaudaremos más y la recaudación es necesaria para mantener los servicios públicos», ha enfatizado.
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