Los hechos ocurrieron mientras los agentes se encontraban llevando a cabo labores de prevención de la seguridad ciudadana, cuando fueron comisionados a una calle del distrito valenciano de Russafa para asistir a un hombre que se había desplomado y se encontraba convulsionando, rígido y con los ojos cerrados.
Los agentes acudieron al lugar y, tras comprobar las constantes vitales del hombre, comenzaron a practicarle una maniobra de reanimación cardiopulmonar RCP. Fue necesario, además, hacer uso de un desfibrilador automático DESA que una patrulla de Policía Local facilitó a los actuantes.
Los policías que previamente habían solicitado asistencia médica en el lugar consiguieron estabilizar con vida al hombre durante los minutos que transcurrieron hasta la llegada del indicativo sanitario, organizando relevos entre los policías intervinientes para no cesar en las maniobras de reanimación.
Gracias a la rápida intervención de los agentes y a la formación adquirida en los cursos sobre Primeros Auxilios organizados por la Delegación de Formación de Valencia de la Jefatura Superior de Policía dentro del plan formativo desarrollado para las Unidades de Seguridad ciudadana, el hombre salvó la vida. La víctima fue trasladada finalmente al hospital en estado de gravedad.
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