La Fundación Basilio Paraíso advierte de la desaceleración económica, aunque no se avista recesión

En la presentación del Informe Económico de Aragón, el director general de Cámara Zaragoza, José Miguel Sánchez, ha mostrado también su preocupación por la afección que puede tener el conflicto israelí sobre el precio de las materias primas y el consiguiente endurecimiento de la política monetaria.

En cualquier caso, las perspectivas para finales de este año vienen marcadas por el comienzo del ciclo postcovid-19, con un retorno de la inflación, un empeoramiento de los niveles de déficit y de deuda pública, una dinámica de desglobalización y políticas monetarias muy restrictivas.

Como consecuencia, en septiembre de 2023 la inflación en España ha sido del 3,5%, si bien en Aragón es del 2,9%, la menor de todas las comunidades autónomas.

Esto ha permitido mantener el crecimiento del PIB y del empleo en niveles que han obligado a revisar las predicciones realizadas a principios de año y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y el BBVA anticipan caídas en el crecimiento en el cuarto trimestre de este año y en el primero de 2024. No obstante, desde Cámara de Comercio han mantenido el optimismo y la confianza en que el buen comportamiento del empleo y el sector exterior eviten la recesión.

Informe económico de aragón 2022

En cuanto a la evolución de la economía aragonesa en 2022, el informe recoge que el PIB ha crecido un 4,4% frente al 5,8% del conjunto de España, si bien la comunidad autónoma se mantiene en el grupo de las que cuentan con mayor renta por habitante y menor desempleo.

En este periodo, han destacado las exportaciones --con récord de 16.423 millones y un superávit de 1.705,69 euros--, así como el mercado de trabajo, con una tasa de paro del 9,4%, la segunda más baja del país tras el País Vasco por segundo año consecutivo.

Ha mejorado también la productividad media en Aragón con respecto a 2021 y la rentabilidad promedia ha sido positiva en todos los sectores. Por contra, el informe menciona también algún aspecto menos positivo, como el alto endeudamiento del Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno autonómico o la disminución del superávit de la balanza del comercio exterior.