Jorge Azcón ha expuesto que este «no es un proyecto que se improvisa» y que «requiere de una solvencia técnica» para llevarlo a término. Ha hecho notar que el protocolo se ha firmado dentro de los plazos marcados por la Real Federación Española de Fútbol.
Ha dejado claro que este proyecto tiene que desembocar en el Mundial de 2030, en el que Zaragoza tiene que ser una de las sedes, y es un proyecto «de comunidad social» porque «el Real Zaragoza y la afición llevan mucho tiempo reclamando la construcción de un nuevo campo de fútbol», agregando que «sigue siendo un proyecto abierto y con vocación de crecer», ya que «cuanta más gente esté dispuesta a ayudar, podremos llegar más lejos».
«Si alguien no quiere trabajar por este proyecto ni aportar económicamente, que no estorbe ni ponga palos en las ruedas», ha reclamado Azcón, haciendo hincapié en que «hay tres instituciones que van a hacer realidad este proyecto».
Azcón ha recordado que el estadio se reforma por última vez con ocasión del Mundial de 1982, en la etapa del alcalde Ramón Sáinz de Varanda, y se acomete «de acuerdo con todo el mundo» porque «nadie puso en duda que se iba a jugar un Mundial y que el Ayuntamiento tenía que dar el do de pecho para reformar el estadio». Desde entonces, «y hasta que el alcalde Atarés empezó el proyecto de la Expo, ha habido pocos proyectos de ciudad», ha lamentado.
"un paso firme"
«Hoy estamos en un momento decisivo para la ciudad, estamos ante un proyecto imparable», ha proclamado el presidente de la Comunidad Autónoma: «Esta es la definitiva, ahora lo vamos a conseguir».
El jefe del Ejecutivo autonómico ha asegurado: «La FIFA y la RFEF nos están observando» y «Zaragoza quiere ser sede del Mundial 2030 y para eso necesitamos construir un nuevo campo, hay un compromiso indudable, público y privado».
La alcaldesa, Natalia Chueca, ha señalado que, con esta firma, los impulsores del proyecto dan «un paso firme para que Zaragoza pueda estar en la carrera del Mundial 2030 y ser sede», también para que la capital aragonesa «tenga un estadio como merece la cuarta ciudad de España».
Desglose
El capital social de la sociedad mercantil, que ascenderá a 120 millones de euros una vez realizadas todas las aportaciones, se distribuirá entre Ayuntamiento (33,34%), Gobierno autonómico (33,33%) y club (33,33%). En un primer momento, el de la constitución de la sociedad, las tres partes llevarán a cabo aportaciones por valor
de 50.500.000 euros.
El Ayuntamiento se compromete a aportar el valor del derecho de
superficie correspondiente a la titularidad del suelo del estadio municipal, valorado en 24,5 millones de euros; el Gobierno de Aragón se compromete a aportar un capital de 20 millones de euros; y el Real Zaragoza S.A.D. se compromete a aportar al capital social la cantidad de 6 millones de euros como contravalor del coste para la elaboración de los proyectos --de construcción, de derribo o de movimiento
de tierras-- y, el resto, a través de una aportación dineraria.
Antes de que finalice 2028, los firmantes se comprometen a acudir a las sucesivas ampliaciones de capital que realice la nueva sociedad hasta el límite de los 15,5 millones de euros en el caso del Ayuntamiento de Zaragoza, los 20 millones en el del Gobierno de Aragón y los 34 millones de euros en el caso del Real Zaragoza.
Los socios se emplazan, también, a facilitar la entrada en el capital social de otras entidades públicas y privadas con el fin de reforzar la capacidad económica de la sociedad, permitiéndoles sumarse al proyecto. Se estima que los costes de construcción del nuevo estadio asciendan a 140 millones de euros.
En cuanto a los plazos, el protocolo firmado marca que la licitación de las obras de demolición del actual estadio se articulará en torno al primer trimestre de 2024 y la licitación de las obras de construcción del nuevo campo de fútbol, en torno al segundo semestre de 2024.
De esta manera, la nueva Romareda echa a andar gracias al protocolo suscrito entre el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragón y el Real Zaragoza que evidencian su compromiso con la ciudad, el equipo, la afición, así como con la candidatura de Zaragoza para ser sede del Mundial de Fútbol 2030, tal y como han asumido con la Real Federación Española de Fútbol en su encuentro del pasado 10 de octubre, donde han asegurado que, antes de que finalizase el mes, la Romareda contaría con un modelo jurídico y económico que garantizase la viabilidad del nuevo estadio.
Idea
La idea, ha comentado Chueca, es que en el primer semestre de 2024 el proyecto esté terminado y se pueda licitar durante el segundo semestre del año para iniciar las obras «lo antes posible», comenzando los derribos a mediados del año próximo.
«Vamos a desbloquear un problema histórico, de hace más de 20 años», ha continuado la alcaldesa, quien ha recalcado que «el Ayuntamiento no se encuentra solo», sino que también participan el Gobierno de Aragón y el Real Zaragoza, de manera que este es «un día histórico» en el que se da respuesta a «un mensaje claro de la afición, de toda Zaragoza», la reivindicación de un nuevo estadio de fútbol y que la ciudad sea sede del Mundial.
Este protocolo no tiene «retorno», ha subrayado la alcaldesa, quien ha dado las gracias al Real Zaragoza, recordando que hace poco tiempo cambió de propietarios, que se han «involucrado» en este proyecto.
«La alcaldía siempre va a ser aliada del Real Zaragoza para que la ciudad sea más importante en España y en el mundo», ha enfatizado Chueca, añadiendo que Azcón ha trabajado «mucho y muy duro» durante la legislatura pasada, como alcalde, «para poder hacer realidad el sueño de los 700.000 zaragozanos y tener un estadio como nos merecemos».
También ha expresado que la firma del protocolo «no tiene precedentes» porque «nunca antes ningún presidente del Gobierno de Aragón se había implicado en un proyecto tan importante para la ciudad» y ha aseverado: «Cuando hay disposición y voluntad se puede conseguir y en tiempo récord».
"una necesidad absoluta"
Para Raúl Sanllehí, «la nueva Romareda es un gran proyecto y una necesidad absoluta, para el club desde luego», observando que para los aficionados también es un sueño contar con «un estadio cómodo, seguro, conectado, con orgullo de pertenencia», de forma que «es un sueño para todos». También ha dicho que los estadios de fútbol «son un poco las catedrales del siglo XXI» y ha puesto de relieve la actividad económica que genera un estadio.
El director general ha comentado que el grupo inversor que ha adquirido el Real Zaragoza ha demostrado su compromiso «desde el primer día», resaltando que es un grupo financieramente «sólido» y tiene «mucha experiencia en el mundo del fútbol», tras lo que ha comentado que La Romareda es de propiedad municipal.
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