El museo de Mobility City, en el Pabellón Puente de Zaragoza, suma a su exposición de automóviles el Lynacar F1, el modelo con el que comienza a competir, en los años 70, el piloto Emilio de Villota, «pionero» de la Fórmula 1 en España. Este mítico coche se podrá visitar en la capital aragonesa hasta el 15 de enero de 2024.
Asimismo, también se une a la muestra un Lamborghini Miura P400 SV de 1971, cedido por María Asunción Hornillos. Este modelo corresponde a la última serie del Miura, con solo 150 unidades comercializadas, lo que lo convierte en una codiciada pieza de colección.
En el acto de presentación, conducido por el asesor del comité de expertos de Mobility City, José Manuel Bernad, y que ha contado con la participación del director general de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, y de la directora general de Deportes del Gobierno de Aragón, Cristina García, el piloto ha relatado la «romántica» historia del Lynacar.
Historia del lynacar f1
Así, Emilio de Villota ha contado cómo, en 1976, su primer viaje en avión es para visitar la fábrica de McLaren --en el Reino Unido-- y, un año más tarde, regresa a Inglaterra para adquirir un F2 para presentarse al Campeonato de Europa de Montaña.
Sin embargo, al llegar allí, descubre que se han llevado el vehículo que quería. Entonces, su equipo y él ven un anuncio de un modelo de John Nicholson, que posteriormente se uniría a McLaren. Se trataba del Lynacar, que costaba 6.000 libras, el mismo precio que estaba dispuesto a pagar por el F2.
El piloto y su equipo acuden a una granja a las afueras de la ciudad de Congleton a ver el coche y les citan 15 días después para probarlo en el circuito estrella de las islas británicas: el de Silverstone, que de Villota sólo conocía «por un dibujo». Además, un día de lluvia.
«Toda mi obsesión era hacer los cambios bien, que no dijeran 'este dominguero español no sabe ni cambiar'», ha expresado el piloto, quien ha reconocido que sentía en ese momento un «hormigueo en el estómago». Todo ello cuando nunca había conducido un coche a más de 200 kilómetros por hora y este modelo rondaba los 250 ó 260.
Cuando da «cuatro o cinco vueltas», decide entrar en 'boxes' para no pegarse «una bofetada» y allí cuenta a su equipo: «se tiene como no me imaginaba, anda como no pensaba y frena que no entiendo nada». Entonces, cierran la operación y se inscriben en un campeonato de F5000 en Mallory Park (Reino Unido).
Precisamente en ese circuito, Emilio de Villota logra su primera victoria, tras adelantar al piloto británico Keith Holland en la penúltima curva, llamada «la curva del diablo», en una hazaña que ha comparado con la conseguida el pasado domingo por Fernando Alonso en el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1.
El Lynacar acaba en los pasillos del Museo de Cera de Madrid, junto a una figura de Emilio de Villota, y su familia lo recupera en 2017, cuando sus propios sobrinos lo tienen que sacar por la boca de metro de Colón. A continuación, se desguaza entero y se restauran todas sus piezas hasta lucir como lo hacía en los años 70.
Un "adelantado a su tiempo"
El director general de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, ha subrayado que hoy es un «día histórico» por la llegada de este mítico automóvil y ha definido a Emilio de Villota como un «adelantado a su tiempo». Su historia, además, es sinónimo de «esfuerzo» y «tesón» ya que, en los años 70, la Fórmula 1 era «una completa desconocida en nuestro país».
En sus palabras, Emilio de Villota ha sido un «adelantado a su tiempo» y precursor de muchos pilotos posteriores, como Fernando Alonso o Carlos Sainz.
Por su parte, la directora general de Deportes del Gobierno de Aragón, Cristina García, ha calificado como «apasionante» la historia del Lyncar y ha agradecido la cesión de esta «joya» a otra «joya» de la Comunidad como es Mobility City, que la posiciona a nivel europeo en el campo de la movilidad.
Ha apuntado que, mientras en otros deportes más mayoritarios es más fácil ser un referente, de Villota ha sido un «pionero» y ha invitado a la ciudadanía a disfrutar no sólo del diseño del coche, sino también de su historia.
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