El citado informe, aprobado el pasado martes, contempla una reducción del 20% de la superficie de terreno sobre el que se extenderá la obra de ampliación de la Línea 11 de Metro, lo que a su vez supondrá una reducción de un 36% de la masa arbórea afectada, han explicado a Europa Press fuentes de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras.
En total, el número de árboles afectados será de 879, de los cuales 676 serán apeados y 203 trasplantados, frente a los 1.027 contemplados anteriormente en el Proyecto Constructivo que llevó a los vecinos a las protestas. De igual forma, el proyecto modificado definitivo, para cuya elaboración se prevé un plazo de seis meses, añadirá un estudio hidrogeológico que se incorporará a dicho texto, con el fin de dotarlo de un informe técnico pormenorizado de las condiciones del terreno sobre el que se ejecutarán las obras.
La ubicación de esta estación de 'Madrid Río' al interior del Parque de la Arganzuela, que goza de protección 2 en las Normas Urbanísticas de Madrid al estar catalogado como de «interés singular», ha llevado a la calle desde el pasado febrero a los vecinos de Arganzuela y Comillas, donde también irá una estación, para mostrar su rechazo. Finalmente, el Gobierno autonómico paralizó la tala de los ejemplares y se comprometió a hacer un análisis árbol a árbol para comprobar las alternativas viables para no tener que cortarlos.
Reducción de un 36%
Así, en este proyecto modificado --la alternativa 1 con acceso a excavación sin rampa en Madrid Río-- pasan de 1.027 a 676 ejemplares los que se talarán en las zonas de las estaciones de Comillas, Madrid Río y Atocha.
En la nueva DIA aprobada, de los 124 ejemplares de la hilera de árboles de la especie Platanus Hispanica del Parque de Arganzuela se han excluido del proyecto 102, de modo que se ha preservado el 80%.
El trazado para ampliar la Línea 11 de Metro afecta a varios lugares que gozan de protección urbanística especial y son parte del patrimonio mundial, por lo que antes de proceder al apeo de los árboles situados en las zonas de las estaciones de Comillas, Madrid Río y Atocha, la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras solicitará el dictamen de la Comisión para la Protección del Patrimonio Artístico y Natural.
Fuentes de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras han explicado a Europa Press que, además, se está estudiando la recomendación de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de no alojar la subestación eléctrica en los jardines de Palestina y dejar libre de afectación dicha zona, lo cual implicaría la reducción de 45 árboles afectados.
La ampliación de la Línea 11 de Metro de Madrid implica la construcción de cinco estaciones, con una longitud de 6,9 kilómetros. Así, se construirán dos nuevas estaciones de Metro con el nombre «Comillas» y «Madrid Río», y otras tres de interconexión en líneas existentes: Palos de la Frontera con L3; Atocha con L1, Cercanías y AVE; y Conde de Casal, con L6.
En esta última, además, el proyecto incluye la construcción de un nuevo intercambiador de transportes que dará servicio al corredor de la autovía A-3 para unir el sur con el este de la capital.
Desde la Consejería de Transporte se han indicado que la complejidad de las obras «exige el inicio simultáneo, y a la mayor brevedad posible» en diversos lugares de trabajo como las estaciones de Comillas, Madrid Río, Palos de la Frontera, Atocha y Conde de Casal «para poder cumplir con la programación prevista y los plazos de ejecución».
Estudio de alternativas
En la Declaración de Impacto Ambiental se reconoce que se modificó el trazado presentado en el Estudio Informativo, ya que en este la estación de Madrid Río iba encajada en el Paseo de Yeserías y no dentro del parque. Entre los motivos listados en el texto para el cambio de localización se encuentran la afección a la red del Canal de Isabel II, la alta tensión de Unión Fenosa o a los túneles de la M-30 y el Puente de Praga.
En el proceso, se han realizado consultas a 57 entidades gubernamentales y asociaciones interesadas para recabar su opinión y, además de los informes y contribuciones recibidos, se han presentado 355 alegaciones que han sido remitidas a la Dirección General de Infraestructuras del Transporte Colectivo para su consideración y respuesta y que, junto con las aportaciones, han sido fundamentales en la redacción del Informe de Impacto Ambiental.
Durante el proceso, desde el Ejecutivo madrileño han llevado a cabo un análisis de las diversas alternativas planteadas por la Dirección General de Infraestructuras del Transporte Colectivo desde una perspectiva ambiental, considerando no solo los impactos asociados con la ocupación del suelo y la afección al arbolado, sino también aspectos como la contaminación acústica, la calidad del aire, las operaciones de movimiento de tierras, la gestión de residuos, así como la contribución al cambio climático, entre otros.
Como es habitual en este tipo de autorizaciones, se han establecido numerosas condiciones con el fin de minimizar los impactos que se generen por la realización del proyecto, destacando la reposición de árboles afectados con ejemplares de tamaño similar, con el objetivo de restaurar las zonas objeto de la actuación a su estado original en el menor tiempo posible.
Además, se contempla el mantenimiento de esta vegetación por un período suficiente para garantizar la supervivencia de las plantas, la restauración inmediata de las áreas impactadas, la instalación de pantallas acústicas y diversas condiciones durante la fase de construcción destinadas a reducir el impacto ambiental en su totalidad.
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