La Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Miguel Servet ha iniciado un programa que permite una intervención más rápida, segura, eficaz, y facilita tratar a muchos más pacientes con el consiguiente impacto positivo en las listas de espera. La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente y prevalente en la población general.
Este trastorno cardíaco se caracteriza por episodios de palpitaciones con un pulso rápido e irregular que pueden durar horas o días, afectando significativamente la calidad de vida de los pacientes y presentando riesgos asociados. Aunque los tratamientos con medicamentos antiarrítmicos pueden reducir la frecuencia de los episodios, su eficacia es a menudo parcial, implican riesgos potenciales y requiere de un tratamiento continuo.
Hasta ahora, todas las formas de ablación cardíaca para curar las arritmias han sido procedimientos basados en la aplicación de energías térmicas. Sin embargo, presentan el riesgo, aunque pequeño, de dañar estructuras cercanas, como el esófago y los nervios, así como producir estenosis en las venas pulmonares.
Revolución en los procedimientos
Ahora, una nueva forma de energía, llamada «ablación mediante campo eléctrico pulsado» (P.F.A.), ha revolucionado la ablación de la fibrilación auricular. Esta tecnología utiliza campos eléctricos de alta intensidad y brevísima duración para desvitalizar el tejido cardíaco en la desembocadura de las venas pulmonares, donde se originan los disparadores anormales.
A diferencia de los métodos anteriores, esta tecnología no produce lesiones térmicas y, por lo tanto, no daña los tejidos cercanos. Según el jefe de la unidad de arritmias del HUMS, Antoni Asso, «la ventaja fundamental es la seguridad, no existen las complicaciones graves que se pueden dar con las ablaciones de tipo térmico en la ablación de fibrilación auricular. Todo esto se traduce en eficiencia y seguridad con la misma eficacia».
«Al tratarse de un proceso más seguro, con aplicaciones muy rápidas, el procedimiento tiene menor duración y podemos llegar a tratar más pacientes en una mañana, con la implicación potencial que esto tiene en nuestra lista de espera actual», ha expuesto jefa de servicio de Cardiología del HUMS, Charo Ortas.
Para lograr esto, el Hospital Universitario Miguel Servet utiliza una consola generadora de energía (Farapulse) y un catéter especial llamado Farawave, que puede cambiar su configuración para optimizar la entrega del campo eléctrico pulsado.
La consola entrega pulsos eléctricos de alta intensidad y corta duración, lo que destruye funcionalmente el tejido sin cambios térmicos o estructurales en tejidos cercanos. La experiencia del paciente con esta tecnología es más satisfactoria, ya que no experimentan las molestias torácicas pericardíticas comunes en las técnicas convencionales debido a la falta de lesiones térmicas.
Los resultados disponibles han confirmado la eficacia a largo plazo de esta técnica, con tasas de éxito superiores en el mantenimiento del aislamiento de las venas pulmonares en comparación con las técnicas convencionales. «Esta nueva tecnología promete mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes y reducir el riesgo de complicaciones graves», ha comentado Asso.
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